Ayer tuvo lugar la edición 2025 del Xbox Games Showcase, el evento en formato digital de Xbox en el que, además de una gran cantidad de juegos que verán la luz a lo largo de este año y durante el siguiente, se presentó el tan rumoreado nuevo hardware portátil que tantos medios afirmaban que estaba confirmado desde hacía tiempo. Un anuncio que llegó temprano y del que yo recelaba por razones que ahora expondré tras reflexionar sobre este movimiento de la compañía en pos de su nueva política de amplitud. El nombre de este nuevo dispositivo es Asus Rog Xbox Ally que contará también, como la consola, con una versión X más potente.
Dicha máquina, según el vídeo y las palabras de Sarah Bond, presidenta de Xbox, saldrá a finales de este año y, como seguro habréis deducido quienes estáis en este mundillo, se trata de una versión de la ya conocida máquina competencia directa de Steam Deck diseñada y pensada para hacer correr juegos de Xbox tanto en local como a través de la Nube. La Asus Rog Xbox Ally, en sus dos versiones, hace uso de Windows 11 mientras que, a nivel de hardware, el modelo estándar incorpora el procesador AMD Ryzen Z2, 16GB de RAM y 512GB de capacidad de almacenamiento. La versión X, por contra, contará con una cpu AMD Ryzen AI Z2 Extreme, 24GB de RAM y un 1TB de espacio en disco duro.
Hasta aquí la noticia. Es momento pues, pasado el tiempo, de reflexionar sobre este movimiento de Xbox y lo primero en lo que uno piensa es si era o no algo necesario, dependiendo claro está de lo que se considere así. En mi opinión no lo era, teniendo en cuenta como he mencionado otras veces, que a la compañía le basta con adaptar su aplicación Game Pass para brindar acceso total a su catálogo sin tener que invertir en nuevo hardware. Así se ha hecho, sin ir más lejos, en los modelos recientes de televisiones de Samsung o LG, previo acuerdo.
Porque si algo se le da bien a la divisón de videojuegos de Microsoft es, además de todo lo que nos ofrece a los jugadores, llegar a acuerdos con terceros y lo ha vuelto a dejar patente con Asus, la cual también saldrá beneficiada al ampliar su base potencial de usuarios con una nueva máquina que apenas le generará costes debido a que ya tiene montada la infraestructura y solo tendrá que hacer cambios en algunos componentes. Xbox, por su parte, no tendrá que hacer nada en este sentido y solo adaptará el software, que es justo lo que lleva haciendo todo este tiempo.
Así lo pienso al menos dado que, como es de imaginar, desconozco como casi todo el mundo los pormenores del contrato entre ambas compañías, y es mi escasa experiencia en este ámbito la que me lleva a dichas conclusiones. Ahora solo falta ver si el producto de esta unión da o no los frutos deseados.
Lo que está claro es que tanto Xbox como Asus han sido inteligentes, inviertiendo lo mínimo para hacer realidad un dispositivo que puede, no obstante, convertirse en una buena fuente de beneficios no ya solo por lo que trae de serie, también por lo que pueda hacerse después. Una puerta abierta a conciencia dada su anunciada compatibilidad con otros servicios como Steam o GOG entre otros, amén de lo que el propio sistema operativo deje hacer.
A título personal, y ya como conclusión, no negaré que Asus Rog Xbox Ally tiene cierto atractivo si eres de los que gustan de jugar en cualquier lugar, más allá de los sistemas habituales de sobremesa. Falta conocer el precio, que no se ha revelado oficialmente, pero es de suponer que no será mayor que el de las consolas (que recientemente, en el caso al menos de X, se ha visto incrementado). Sea como sea, y merced a la fecha escogida para su lanzamiento, creo que podemos esperar una buena campaña navideña a nivel de ventas tanto para Asus como para Xbox. Veremos si finalmente es así o no.
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