Hace unos días fue finalmente presentada en vídeo Neo-Geo Mini, la propuesta de SNK para el mercado de las réplicas «retro» que tan de moda están actualmente. Sin embargo, en este caso no nos encontramos ante una réplica a escala del modelo original sino que se nos presenta a modo de mueble recreativo, con su mando, botones y una pequeña pantalla en la que visionar los juegos que lleva en su interior, los cuales por cierto varían en función de la región pero de ello hablaré después.
Primero haré un breve repaso de los acontecimientos. Con el éxito de Nintendo en este campo, era de esperar que otros se subieran al carro más pronto que tarde y a las ya conocidas Nes Mini y Snes Mini pronto se les unirá la Mega Drive Mini, la Atari VCS y, tal vez, una N64 Mini y una PlayStation Mini si, en este último caso, en Sony deciden dar el paso. Lo que nadie se esperaba era que SNK entrara en el juego…
Y lo ha hecho con motivo de su 40º aniversario, presentando la máquina antes descrita con la intención de diferenciarse de sus competidores y, si bien es cierto que siempre se nos recomienda eso mismo a la hora de crear o vender algo, la verdad es que en esta ocasión la jugada, al menos en mi opinión, no ha salido nada bien.
Para empezar, está el problema de su tamaño. Es tan reducido que su pantalla resulta demasiado pequeña para los juegos. Imagino que estaréis al corriente de este y otros datos pero, para el que no lo sepa, hablo de una amplitud de 3’5″, es decir, más pequeña que muchos móviles actuales. Ello, unido a un joystick y botones igualmente diminutos hace que sea inviable usarla directamente aunque sea por poco tiempo. Cierto es que se podrán usar unos gamepads especiales (que se venden por separado) y, a su vez, la máquina podrá ser conectada a una TV mediante HDMI pero yo pregunto: si como parece se ha previsto que no se puede jugar bien en la máquina en sí… ¿para qué se ha diseñado así en vez de seguir el camino marcado y optar por una réplica de la consola original?
Lo único que han conseguido haciéndola de esta forma es encarecerla, en buena medida por la pantalla y también porque se hace necesario comprar al menos un mando extra. Se ha hablado de un precio de unos 90 euros, aunque esto todavía no es definitivo pero si a esto añadimos un mínimo de 30 para el mando, ya nos vamos a los 120, prácticamente el doble que la competencia. Creo que se ha de ser muy, muy seguidor de la compañía para pasar por el aro…
Pero tampoco, al menos en mi caso, su catálogo me convence, ya que presenta numerosas ausencias y cuenta con juegos que no me interesan lo más mínimo. Está claro que es muy difícil que el material sea del agrado del consumidor al cien por cien (a no ser que, como dije, se sea muy fan) pero no puedo perdonar la ausencia de clásicos como Soccer Brawl, Windjammers, Cyber-Lip o Ninja Commando (estos dos últimos presentes en la versión japonesa) mientras que me meten prácticamente toda la saga de Metal Slug que a mí, por muy buenos que sean y como ya dije, no me interesan para nada.
En resumen, tanto por su catálogo como por sus características, la Neo-Geo Mini ha supuesto para mí una absoluta decepción. No obstante también digo que quienes se la compren porque les gusta ojalá la disfruten pero yo al menos sé que no invertiré mi dinero en una máquina que no ha sido lo que esperaba. Seguiré pues tirando de emulación en el ordenador, aunque tampoco es que le esté dando mucho a todo ese mundillo últimamente…
