Hace unos días llegó al fin la por muchos esperada nueva aventura del arqueólogo aventurero por excelencia. Indiana Jones y el Gran Círculo propone una experiencia cinematográfica que rinde homenaje a las películas en las que se basa sin olvidar que estamos ante un videojuego que, ante todo, debe ofrecer diversos retos jugables que nos pongan en la piel del protagonista.
Hay un poco de todo: investigación, exploración, acción, plataformas y sigilo, enmarcado todo en una historia que se va desgranando poco a poco, a medida que hallamos nuevas pistas y encajamos las piezas. Sin embargo, poco puedo decir acerca de esto último dado mi escaso avance, el cual se ha debido especialmente a un ritmo de juego demasiado lento para mi gusto y centrado en exceso en el sigilo, factor que ya me hiciera rechazar en su momento títulos destacados como A Plague Tale o Alien Isolation. No tengo nada en contra de una mecánica que no pocas veces he usado en otros juegos, eso sí, de manera más o menos opcional, pero algo me dice que su presencia en Indiana Jones y el Gran Círculo es notoria y casi obligada en muchos momentos, si bien he visto vídeos en los que la gente va a saco y, aún así, lo sigo viendo lento.
Mi periplo, sin detripar nada a quienes no lo hayan jugado aún, se ha limitado a los inicios de la aventura en los que he tenido que cruzar una especie de fortaleza tratando de no llamar la atención de los enemigos. Para ello buscaba siempre el momento idóneo para pasar desapercibido o bien los iba abatiendo de uno en uno con ataques sorpresivos por la espalda tras asestarles uno o dos golpes con algún objeto de los muchos que hay repartidos por el escenario y es posible utilizar.
Esto se me ha hecho bastante repetitivo y monótono, dado que los enemigos parecen esperar a que les ataquemos. Se mueven en una rutina predefinida y se detienen en puntos concretos siempre dándonos la espalda y, con ello, un tiempo breve para que llevemos a cabo la acción. Un detalle, al principio curioso y que puede que tenga utilidad en algún momento es que podemos cargar con el cuerpo del NPC y ocultarlo, si bien ello merma notablemente nuestra capacidad de aguante unos instantes.
No obstante, ha habido espacio para la acción. Al ser descubierto, varios enemigos (entre ellos un perro) se han abalanzado contra mí y he tenido que hacer uso de armas de fuego, el látigo y los propios puños para quitármelos de encima. Y nuevamente, durante dicho lance, he observado lo lento que es Indiana para ejecutar todas y cada una de las acciones. Puede que, a medida que el título avance y mejoremos algunas capacidades esto cambie pero dudo que lo haga de una manera evidente. Tendremos seguro más aguante, vida y haremos más daño pero seguiremos siendo igual de torpes si tenemos que luchar contra un grupo elevado de adversarios. Vale que Indy no deja de ser un hombre normal y corriente pero un poco más de agilidad y velocidad en según qué situaciones no habría estado de más.
No puedo decir mucho más acerca de la jugabilidad pero sí de un apartado técnico ciertamente irregular. Y digo esto porque mientras los personajes principales y algunos secundarios lucen un excelente acabado que los hace perfectamente reconocibles (a otros no tanto), sus animaciones resultan un tanto toscas y pobres en comparación. Los escenarios, al menos los que he podido ver, sí mantienen un nivel parejo en este sentido aunque tampoco son la mejor muestra que podemos encontrar actualmente en un videojuego, pero están bastante bien.
En definitiva, y para no extenderme más (que casi, por longitud, se diría que este post es más un análisis que unas impresiones), Indiana Jones y el Gran Círculo no ha estado a la altura de lo que hubiera deseado. Ello no quiere decir que sea un mal juego pero tiene evidentes carencias que no sé si habrán sido o no mencionadas en los muchos artículos y vídeos que lo ponen por las nubes pero que yo puedo comentar en mi blog libremente sin temor alguno a no quedar bien. No cabe duda de que muchos disfrutarán de la nueva aventura de Indy pero, a tenor de lo aquí reflejado, yo no tengo muy claro que vaya a darle mucho más. Cierto es que puede darse un caso como el de Starfield, que al principio no me gustó y acabé enganchadísimo, por lo que no puedo cerrar esa puerta pero mucho va a tener que cambiar lo por ahora vivido para conseguirlo.
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