¿Recordáis la película Waterworld, protagonizada por Kevin Costner, en la que la práctica totalidad del planeta se encontraba sumergida bajo las aguas de un inmenso océano? Bajo una premisa idéntica se presentó en su momento un juego que ya entonces llamó mi atención. Ahora que lo he vuelto a jugar y lo tengo fresco, creo que ha llegado la hora de hablar de él en este blog. Navegad conmigo por las aguas de este pequeño mundo y los retos que ofrece Submerged el cual, aunque cuenta con versiones para múltiples sistemas, yo he disfrutado y sigo haciéndolo en PlayStation 4.
Submerged es la historia de dos hermanos, Miku y Taku, que llegan a bordo de una barca a las ruinas de una antigua ciudad, anegada por el agua. La labor de Miku, el personaje al cual controlamos, es cuidar del pequeño, que se encuentra herido, por lo que debemos buscar suministros médicos y otros elementos en los diferentes edificios que tenemos alrededor. Lo habitual es que estos se encuentren en el punto más elevado de algunos de ellos y la única forma de llegar hasta allí es trepando por las fachadas, ya sea agarrándose a los salientes, a una tubería o a algunas enredaderas.
Encontramos pues dos mecánicas diferenciadas en Submerged. Por un lado tenemos el desplazamiento por el mapa, que siempre haremos a bordo de la barca y la parte de la escalada, donde el plataformeo es la regla. Se puede pensar que estamos ante un título complejo, que nos pondrá las cosas difíciles pero nada más lejos de la realidad porque el objetivo del juego no es que superemos cada reto a base de prueba y error. Su intención es la de que conozcamos la historia que hay detrás de los dos hermanos y del mundo que habitan disfrutando sin agobios durante el proceso, por lo que sus desarrolladores se aseguraron de que únicamente nos preocupemos de buscar los diversos elementos que necesitamos sin temor a cualquier fallo que lleve al fracaso.
Esto se traduce, en primer lugar, en que Miku no puede morir en ningún momento, dado que no existe ninguna amenaza real aunque, a medida que avanza el juego, lo que se llega a ver lleve a pensar lo contrario. Moverse con la barca, cuyo motor por cierto no se agota nunca y podremos a su vez mejorar con piezas adicionales que están dispersas por el mapa para que pueda correr durante un cada vez más prolongado espacio de tiempo, es muy sencillo y agradable. Y en segundo, durante los momentos de escalada, Miku no podrá caerse nunca del lugar en el que se encuentre y solo será posible realizar el movimiento que toque en cada instante, ya se trate de avanzar subiendo y bajando o lateralmente.
Quizá penséis que, por el hecho de no ofrecer dificultad en su avance, Submerged no merece la pena como juego pero todo lo contrario, pues aunque es un título para todo el mundo lo disfrutarán especialmente quienes busquen una experiencia relajada, sin sobresaltos, con una historia narrada a través de sencillos dibujos con cierto aire primitivo que tendremos que encontrar para ir poco a poco descubriendo lo sucedido. El catalejo de Miku es la herramienta imprescindible para facilitar el hallazgo de estos o cualquier otro elemento importante, pues ante la proximidad de uno o varios los destacará en el mapa para que podamos ir a buscarlos en cualquier otro momento, incluso después de que hayamos completado el juego.
Un juego que, en el plano técnico, luce bastante bien a pesar de tratarse de un trabajo indie. Todos los edificios en ruinas que encontramos están recreados con sumo detalle y son muy diferentes unos de otros. El océano y su movimiento no se quedan atrás y lo mismo puede decirse de la representación del ciclo día/noche y los momentos de lluvia, donde en lo personal me quedo con esas puestas de sol en las que el astro refleja su luz sobre el agua, creando una hermosa fotografía. Por otro lado, aunque las escasas especies animales que aparecen en el juego no desentonan con el conjunto, la apariencia de Miku y Taku no es tan realistas y sus animaciones son más sencillas, lo que no significa que estén mal pero sí un poco por debajo de todo lo demás.
Pero si gráficamente cumple, en lo sonoro no se queda atrás. La música que escucharemos durante la aventura es sencillamente perfecta en cuanto a su capacidad para crear esa atmósfera que busca transmitir al jugador esa sensación de soledad que cualquiera de nosotros sentiría en un lugar que antaño estuviera repleto de vida pero que ahora está completamente muerto. Los sonidos que emiten los animales con los que nos cruzamos y el ruido que produce nuestra barca son de los pocos efectos que la acompañan en este apartado puesto que el juego, debido a su particular forma de contar los acontecimientos, carece de voces siendo la única excepción la de las frases que Miku pronuncia al inicio de cada nuevo episodio en el que, en una lengua inventada, menciona la tarea que hay que realizar.
Si estáis deseando hacer un paréntesis de la ingente cantidad de emociones y estrés que provocan la mayoría de títulos, Submerged es una muy buena opción para ser disfrutada por cualquier jugador novato o experto e incluso, dada su naturaleza, hasta por los más pequeños de la casa aunque requieran, en algunos momentos, de un poquito de ayuda. Porque afrontar retos complicados está bien pero se agradece variar de vez en cuando y, si es con juegos de esta clase, tanto mejor.
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Suena interesante para echar el rato, con una experiencia relajante, así queda apuntado para darle un tiento.
Gran análisis Emilio ^^
Me alegra que mi texto te haya llamado la atención. Ya me contarás qué te ha parecido si finalmente lo juegas…
Gracias por pasarte y comentar, Spiegel. Saludos.