Seguimos donde lo dejamos en relación a Shenmue pues hoy toca hablar de su segunda parte, la cual ya os adelanto que mejora y mucho todo lo que vimos en el primer juego. Más grande, dinámico y con una historia mucho más extensa y profunda, Shenmue II es una experiencia que solo su continuación podrá quizá superar, pero de ello ya hablaré como dije en su momento.
(NOTA: Esta reseña ha sido pensada como una continuación de la realizada para el primer juego por lo que, si no leísteis la anterior. os recomiendo que lo hagáis para que de esta forma entendáis mejor lo que comentaré sobre la secuela. Aquí os dejo el enlace al análisis del primer Shenmue)
Shenmue II nos sitúa en Hong Kong, donde continuamos buscando al asesino del padre de Ryo tras descubrir que había abandonado Japón. Pronto nos percataremos de que el ambiente más cercano y familiar del primer juego no está presente aquí ya que no estamos en un lugar conocido sino que somos un extranjero recién llegado a otro país. Las costumbres de los ciudadanos también son diferentes pero lo que no cambia es su afabilidad hacia aquel que necesita ayuda. Por ello muchos no solo estarán dispuestos a hablar con nosotros abiertamente sino que, según el caso, incluso nos guiarán hasta lugares concretos si accedemos a seguirlos.
Las oportunidades laborales también son mayores en Shenmue II, aunque aquí no volveremos a coger una carretilla sino que deberemos ayudar a mover cajas o encargarnos de alguno de los varios puestos de juego que hay repartidos por cada barrio. Podremos también, a diferencia del primer juego, vender los juguetes que vamos acumulando en casas de empeño. Cada una tiene precios diferentes, por lo que conviene conocerlas bien para buscar siempre el mejor trato. También podremos apostar en diversos juegos de azar e incluso, ya avanzado el juego, participar en peleas callejeras que también nos permitirán ganar algo de dinero.
Prácticamente todo lo que podíamos hacer en el primer Shenmue vuelve a ser posible ahora en su secuela, si bien algunas cosas serán diferentes. Por poner ejemplos de esto, las rifas por la compra de ciertos artículos en las «Tomato Convenience Stores» ya no están y el premio se nos entregará directamente. Y en lo referente a los minijuegos, ahora es posible entablar duelos por dinero en partidas de dardos contra ciertos personajes si los encontramos jugando en ese instante. También es posible, aunque en mi opinión innecesario, adquirir mapas de cada zona, en los cuales podemos marcar puntos de interés pero como estos también se pueden «coleccionar», ello anima a comprarlos todos.
Por otra parte, ya no será obligatorio «matar el tiempo» de alguna forma hasta que llegue el instante en el que debamos estar presentes en un lugar a una hora concreta, ya que podremos «esperar» a que esta llegue cuando se nos dé la opción de hacerlo. Si elegimos dicha posibilidad, veremos cómo el paso de las horas se acelera enormemente hasta llegar al momento concreto. En cuanto al manejo del protagonista, lo dicho para el primer juego vale para este aunque hay novedades como la de poder, si se da el caso, elegir tema de conversación a la hora de hablar con los personajes no jugables o, como mencioné antes, seguirlos a dónde nos lleven si les preguntamos por un lugar determinado, por lo que creo que no es necesario decir nada más al respecto.
El apartado gráfico en lineas generales es bastante similar aunque, lógicamente, más detallado y variado que en el primer juego. Cada zona tiene una ambientación y apariencia propias, siendo todas ellas muy diferentes entre sí. Su número y extensión hacen de Shenmue II un juego mucho más grande que su predecesor. La cantidad de personajes no jugables también es mayor, si bien en esta ocasión buena parte de los mismos presentan un modelado bastante simple pero con muy buenas texturas que dan un óptimo acabado. Por otra parte, la música sigue el estilo del título original aunque, como pasaba en este, también hay melodías de muchos otros géneros que ambientan adecuadamente según qué lugares o instantes.
Aquí tengo que dar un dato importante. Seguramente por culpa del proceso de conversión de Sega a compañía dedicada solo al desarrollo y que estaba casi concluido cuando Shenmue II salió en Europa, las voces están en el idioma original, es decir, en japonés, a diferencia de la posterior versión para Xbox que sí lo hizo en inglés. Algo curioso es que a diferencia del primer Shenmue, y a pesar de que los textos de los diálogos se mantienen en dicho idioma, el diario sí que se encuentra traducido al español, si bien de una manera un tanto «particular»…
Si os gustó el primer juego, este también lo hará, puede que incluso más por cuanto puede ofrecer. Ahora, con la tercera entrega al caer, creo que es buena idea dar un repaso o conocer, si nunca antes habíais jugado a esta saga, dos títulos que sentaron las bases de lo que hoy conocemos como «sandbox» o juegos de mundo abierto. Quizá su lento ritmo de juego no sea de vuestro agrado o sus mecánicas os parezcan anticuadas pero también es posible que os acaben cautivando como ya hicieran hace veinte años conmigo y con quienes tuvieron, como yo, la inmensa fortuna de jugarlos en su momento y quedaron atrapados en un sueño que ahora, en 2019, por fin va a continuar.
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