Fue la meta máxima durante la Guerra Fría pero, tras su «conquista» por parte de los EE.UU., quedó olvidada durante muchos años… hasta ahora. La Luna, la superficie sólida más próxima a nuestro planeta, ha vuelto a despertar el interés de la comunidad científica mundial y, cómo no, de las grandes potencias que aspiran a su futura colonización y posterior explotación. Y sobre este hecho, aderezado con los problemas climáticos que nos azotan actualmente, se construye el argumento de Deliver Us The Moon, una aventura en la que, una vez más, el destino de la humanidad (o lo que de ella quede) depende en última instancia de una sola persona y del éxito de su misión.
En Deliver Us The Moon tomamos el papel de un astronauta que es enviado a la colonia que la WSA, la agencia espacial mundial, alzó tiempo atrás con el objetivo de explotar los recursos del satélite y en concreto el elemento Helium-3 que proporciona una inmensa cantidad de energía, enviada de manera regular a la Tierra mediante un gigantesco sistema de comunicación para abastecer las necesidades de todo el planeta. Pero, tras un misterioso apagón general de toda la estación, el flujo de energía cesó y la humanidad, sin recursos energéticos, se enfrenta ahora a una extinción que solo nosotros podemos evitar si logramos volver a poner todo en marcha.
Deliver Us The Moon es una aventura de exploración e investigación que vivimos en tercera o primera persona dependiendo de la situación. Podemos estar tranquilos en lo que a enemigos se refiere porque no hay ninguno al que debamos hacer frente, pero algunos retos sí que consiguen generar cierta tensión al hacerse necesario tener en cuenta el nivel de oxígeno disponible, el cual no abunda ni es muy elevado, lo justo para ir pasando aquellas zonas en las que toque hacer de su uso.
Pero no estaremos solos todo el tiempo porque, a partir de cierto momento, un pequeño droide esférico, que también podremos controlar, nos acompañará y ayudará a avanzar por la estación al tiempo que nos permitirá visualizar de forma digital ciertos momentos vividos en ese punto y que, junto a la documentación que iremos encontrando, nos servirán para conocer los sucesos previos al apagón.
El apartado gráfico de Deliver Us The Moon recrea con suma autenticidad no solo lo que puede ser una hipotética base lunar sino la propia superficie del satélite, que podemos recorrer a bordo de un vehículo o incluso a pie durante el tiempo que nuestra reserva de oxígeno nos lo permita. La física de ingravidez está, sobre todo en el primer caso, también muy lograda.
A nivel sonoro, la música que nos acompaña cumple su cometido a la perfección, evocando unos sentimientos de los que hablaré después. Las voces no están dobladas al castellano pero los textos sí se encuentran traducidos.
Deliver Us The Moon brinda a los usuarios una de las experiencias más destacadas a día de hoy a nivel narrativo, y en lo jugable no se queda atrás. Un título redondo que merece mucho la pena conocer y disfrutar.
Antes mencioné, al referirme al aspecto sonoro de Deliver Us The Moon, los sentimientos que este podía evocar en el jugador. En mi caso fueron una profunda melancolía y una sensación de soledad que se acrecentaba a medida que avanzaba por esa percepción de estar ante un viaje sin retorno, de saber que me sacrificaba en pos de un beneficio mayor para la humanidad. Una clara prueba del grado de inmersión del título y de lo que me ha marcado, algo que espero se mantenga intacto cuando tengo ocasión de jugar a su anunciada segunda parte, que verá la luz a principios del próximo año.
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