Los juegos «indie» inundan la industria y, aunque hay producciones de excelente calidad, la mayoría suelen pasar sin pena ni gloria precisamente a causa de la masificación existente en el medio en la actualidad. Ello no impide que algunos de estos lleguen a llamar la atención y acaben resultando entretenidos, y eso es lo que me ha pasado a mí con este Crypt of the Serpent King en PlayStation 4…
Una de las grandes virtudes y, a su vez, problema de esta era digital es la posibilidad de que cualquier persona o grupo, independientemente de sus conocimientos académicos y medios económicos, pueda lanzar al mercado su producto con la esperanza de hacerse un hueco aunque sea pequeño, y sé muy bien de lo que hablo porque yo, junto a un buen amigo, he sido parte de eso. Por eso cuando veo un juego que me llama la atención procuro hacer caso a esa voz que me dice «dale una oportunidad» y así lo hice esta vez. El resultado ha sido mejor de lo que esperaba.
Crypt of the Serpent King es un juego de mazmorras sin más pretensión que la de recorrer cada uno de sus siete niveles buscando un determinado número de llaves que abrirán la puerta de la sala donde nos espera el jefe, al cuál deberemos por supuesto derrotar. A lo largo de cada una de las zonas iremos encontrando cofres con comida, oro y, si hemos adquirido una ballesta o un arco, flechas que deberemos coger puesto que la munición en este juego no es infinita. Al final de cada nivel podremos canjear la experiencia obtenida por puntos de fuerza, resistencia o agilidad, y comprar con el oro nuevas armas que nos faciliten la tarea.
Como veis, nada del otro mundo. En lo que, en mi opinión, destaca este juego es en cómo se han diseñado los niveles y es que si bien el aspecto de cada uno a nivel de texturizado siempre es el mismo en cada uno (el primero siempre tiene su propia apariencia, el segundo también y así hasta el último), su generación procedural hace que cada partida sea diferente a la anterior, lo que le añade un componente de rejugabilidad bastante alto. Ello implica que los enemigos de cada nivel también aparezcan en sitios diferentes en cada ocasión y ello, especialmente en la dificultad más elevada, hará que tengamos que ir con sumo cuidado.
Ya que he mencionado la dificultad, yo recomiendo jugarlo en todos los niveles. Es cierto que el fácil a muchos os parecerá demasiado sencillo pero conviene familiarizarse bien con la mecánica del juego para poder afrontar con garantías los siguientes porque no todo es tan positivo y es que no podremos defendernos de los ataques de los rivales más que echándonos hacia atrás. Esto significa que, si vais a lo loco, posiblemente no duréis mucho. Creedme, sé lo que digo…
En lo técnico, además de lo ya mencionado, he de decir que a nivel de modelado y texturizado el juego luce genial. Tanto los escenarios como los enemigos que nos saldrán al paso tienen un gran acabado. Sus animaciones no son tan perfectas pero lo poco que hacen, lo hacen bien. En lo sonoro también cumple y, además, juega un papel importante también en la jugabilidad puesto que, además de la música que suene durante nuestro periplo, en ciertos momentos el juego nos avisará de la presencia próxima de un enemigo con una pequeña melodía que será la antesala de un nuevo enfrentamiento.
Hombres-rata, goblins, orcos, esqueletos y serpientes gigantes os aguardan si pensáis que sois lo suficientemente valientes y audaces como para adentraros en este laberíntico submundo. Por mi parte he acabado satisfecho con la experiencia porque tampoco hay que, como dice el refrán, «pedirle peras al olmo». Cada juego es lo que es y el que busque algo simple, con lo que pasar el rato, tiene en Crypt of the Serpent King una buena propuesta. El que aspire a más tendrá que pasar de largo y continuar su camino.