Fighters Megamix

Fighters Megamix

La lucha fue durante bastante tiempo, junto a la conducción, uno de mis géneros favoritos. Ya había disfrutado de algunos títulos antes de la llegada del eterno Street Fighter II y continué con sus entregas posteriores además de con muchos títulos de los que ya hablé en la recopilación que hice sobre SNK. Y cuando, con Virtua Fighter, se dio el salto a los gráficos poligonales ahí estuve también…

De hecho, el que yo considero padre de todos los juegos de lucha 3D es mi saga predilecta. La poseo casi al completo y en el futuro escribiré un monográfico sobre la misma pero ahora quiero quedarme en el sistema doméstico que la acercó al usuario, la Saturn de Sega, para hablar de la que fue la última aparición de sus personajes en dicha consola.

Con una segunda entrega que mejoraría en todo al original y una versión «Kids» de la misma que nos presentaba a los luchadores con el clásico aspecto «chibi» que se puede ver a menudo en el manga y anime japonés por un lado y otro juego del género, de menor impacto pero igualmente entretenido, como es Fighting Vipers por el otro, en Sega decidieron dar el paso definitivo y crear la conjunción perfecta de ambos, Fighters Megamix, la cual se convirtió en el mejor juego de lucha 3D de Saturn tanto por contenido como por su apartado técnico pero vayamos por partes…

Fighters Megamix es un «crossover» que enfrenta, como ya he dicho, a los luchadores de Virtua Fighter 2 con los de Fighting Vipers pero no son los únicos que conforman el plantel final de más de 30 personajes seleccionables. El resto lo forma un variopinto grupo procedente de otros juegos que, en algunos casos, no tienen nada que ver con la lucha. Entre ellos podemos encontrar a las versiones «chibi» de Akira y Sarah del ya mencionado Virtua Fighter Kids, a Bean y a Bark de Sonic the Fighters o a Mahler y a Ura Bahn, versiones potenciadas de dos personajes de Fighting Vipers.

Pero también fueron incluidos, como dije, personajes cuyo origen está muy lejos del género y sin duda el más insólito, no solo de este juego sino creo que de cualquier otro, es Hornet, el coche del Daytona USA. Sí, habéis leído bien, un coche luchador cuya fisionomía fue «humanizada» para poder medirse al resto de luchadores. Una curiosidad que hoy nos puede parecer como poco absurda pero que lleva impresa el sello del estudio AM2 y su forma de entender el entretenimiento digital en aquella época.

Luego tenemos a Deku, un ser extraño con sombrero que fue creado exclusivamente para el juego. Mr Meat (un trozo de carne con guantes) y Palm Tree (la palmera logo de AM2) son otras de las curiosidades que se pueden desbloquear alcanzando ciertos objetivos pero quiero, en el siguiente párrafo, hablaros de tres personajes concretos que merecen ser tratados aparte porque no son excentricidades como los ya descritos pues, además de aportar mucho más al título en lo jugable que estos, cada uno guarda un origen muy particular que os voy a contar a continuación. 

Para empezar tenemos a Rent-a-Hero, protagonista del juego de mismo nombre que fue originalmente lanzado para Mega Drive en Japón allá por 1991. Como su nombre indica, se trata de un «héroe de alquiler» que vive ciertas aventuras y que gozó de no poca fama en aquel país. Después está Siba, un árabe armado con un alfanje que iba a formar parte de la plantilla de Virtua Fighter pero fue finalmente desechado. Como dato interesante os diré que, si buscáis por la red, encontraréis vídeos de versiones preliminares del arcade en las que aparecen este y otros personajes igualmente descartados. Siba ocupaba el lugar que luego tomaría Akira. Y, finalmente, el que para mí es el mejor personaje de todos los que hay en Fighters Megamix: Janet, la mujer policía que podemos encontrar en Virtua Cop 2. Sus movimientos son los mismos que utiliza Aoi, personaje debutante en Virtua Fighter 3.

Volviendo al juego en sí, en lo jugable Fighters Megamix hace uso de los dos tipos de jugabilidad de los que hacían gala los títulos previos. Es cuando utilizamos un personaje de un juego y lo manejamos como en el otro que somos al instante conscientes de la diferencia. También hay cambios en lo que a los escenarios se refiere. En concreto en los que pertenecen a Virtua Fighter, cuyos cuadriláteros (salvo en el caso de Wolf) ya no están presentes, dejando en su lugar una vasta e infinita zona de suelo sobre la que podremos movernos a nuestro antojo sin preocuparnos del «ring out». Los de Fighting Vipers si que siguen siendo, como en su origen, zonas acotadas a modo de jaulas.

En lo técnico, como dije antes, supone un enorme salto de calidad respecto a juegos anteriores y es que, además de todo el contenido que ofrece y de un apartado gráfico notable que no presenta problema alguno, todo el juego se mueve a unos suaves y agradecidos 60 fps, el doble de lo habitual. Ello repercute muy positivamente en la jugabilidad, si bien he de decir que los luchadores parecen moverse más lentamente debido también a esto. La música y los efectos de sonido son los de sobra conocidos por quienes han jugado a los juegos que dieron origen a este, por lo que no hay nada que destacar al respecto.

Me he dejado en el tintero cosas como los diferentes modos de juego pero, dado que a grandes rasgos son los habituales de la época, creo que tampoco es necesario profundizar en ellos. Basta con decir que es el modo principal el que nos servirá para, a medida que lo vayamos completando, desbloquear los personajes de los que he ido hablando a lo largo de este extenso artículo. Conseguir el plantel completo no lleva demasiado tiempo, por lo que con un poquito de esfuerzo es posible disponer de una amplia selección con la que pasar un buen rato, ya sea en solitario o con amigos que estén dispuestos a disfrutar de todo un clásico de finales de los años 90.

Creo que no puedo decir mucho más (y no ha sido poco) acerca de este Fighter Megamix para Saturn pero os recomiendo, dado el caso, que si no habéis jugado antes a los primeros Virtua Fighter o al Fighting Vipers, lo hagáis para así poder familiarizaros con el sistema de juego de cada uno y afrontar este «crossover» con más facilidad. Espero no haber sido muy cansino. Un saludo y hasta el próximo post.

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