Llevaba tiempo sin dedicar un artículo a aquellos juegos que, por diversos motivos, ocupan un espacio privilegiado en mi colección y mi memoria. Dado que en el blog ya he comentado juegos de Amstrad CPC, Mega Drive, Xbox e incluso recreativa, hoy le toca el turno a una pequeña joya del catálogo inicial de Saturn, consola que dicho sea de paso es la que más gratos recuerdos me trae de cuantas he tenido el inmenso placer de disfrutar a lo largo de mi vida. Os invito a adentraros conmigo en este mágico lugar.
La Mansión de las Almas Ocultas nos propone una historia en la que debemos investigar un suceso relacionado con la Luna en la misteriosa casa que da nombre al juego. Como jugadores tomamos el papel de Jun, uno de los residentes que es el encargado, junto a otro llamado Mike, de descubrir lo que ocurre. Durante el desarrollo será necesario hablar con los otros residentes y reunir pistas que nos ayuden a llegar a la resolución de los enigmas y no tardaremos en descubrir más de lo que parecía haber a primera vista.
Seguramente, si no conocéis el juego, os habréis imaginado a unos personajes más o menos estereotipados, vistos en decenas de películas, series o libros pero enseguida os daréis cuenta como hice yo de que estamos ante un juego especial, diferente a los demás. Y es que tanto el protagonista como los otros residentes no son personas, sino… ¡mariposas!
No obstante, sus espíritus, sus almas, siguen siendo las de la gente que fueron en vida y cada estancia de la mansión refleja fielmente la personalidad, el carácter y los pensamientos de cada uno de ellos. Además, a lo largo del juego, ellos mismos nos irán contando algunas cosas de su pasado que permitirán conocerles mejor.
El juego se desarrolla en primera persona como si de una película interactiva se tratase. No podremos movernos libremente sino que nuestros desplazamientos y acciones estarán, digamos, prefijados en todo momento, de ahí que el recorrido sea pausado y nos desplacemos siempre por el mismo sitio en cada rincón de la mansión. Esto imagino que echará atrás a más de uno pero incluso con dicha mecánica, La Mansión de las Almas Ocultas es un juego que merece la pena si nos dejamos atrapar por la calidez y la sencillez que impregna a todos y cada uno de sus elementos.
A esto ayuda mucho que el juego, en su versión de aquí, se encuentre doblado al castellano. Eso sí, no esperéis un doblaje de película de Hollywood pero, dado que no hay textos en pantalla, se agradece bastante que podamos enterarnos de toda la historia sin tener que saber inglés u otro idioma aunque, si fuera el caso, creo que tampoco cambiaría nada. Como dato curioso, y al menos hasta donde yo sé, me atrevo a decir que estamos quizá ante el primer videojuego de consola que fue localizado totalmente a nuestro idioma pero si alguien conoce alguno anterior, le agradeceré que me lo diga…
Como podéis ver en las imágenes que acompañan al artículo, los gráficos de este juego no son los «típicos» polígonos que por aquel entonces ya comenzaban a ser el eje principal del material visual de los juegos de 32 bits. En este caso, todo el trabajo en este sentido se realizó mediante diseños pre renderizados, de ahí que no fuera posible esa libertad de movimientos de la que he hablado antes. Pero su uso también permitió que su aspecto luciera mejor acabado, al igual que sucedió en otro juego del que también os hablaré más adelante y que se encuentra, como este, en mi lista de favoritos de siempre. El resultado final fue sin duda magnífico, teniendo en cuenta que hablamos de un juego de 1995. ¿No os parece?
Sé, y con esto ya termino, que recomendaros a quienes no lo jugasteis entonces que lo hagáis ahora seguramente sería fútil, dadas las características del juego. Pero soy de los que insisten y por ello os animo a hacerlo aunque sea emulado ya que, a pesar de que no lo parezca, es una pieza valorada por ser rara dentro del catálogo de la consola y no es nada fácil de encontrar (menos aún en español). Dadle una oportunidad. Quien sabe, quizá os sorprenda.
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