REV-8

REV-8 (Starfield)

Sí, habéis leído bien. Hoy en GAMALT no vamos a analizar un juego sino un elemento recién añadido al mismo que, no obstante, merece su espacio en el blog por su más que necesaria (y esperada) aportación a la exploración planetaria, uno de los pilares fundamentales de la experiencia que ofrece Starfield. Ese elemento es el REV-8, el nuevo vehículo terrestre con el que desplazarnos será ahora una tarea mucho más rápida y grata.

El REV-8 forma parte de la última actualización gratuita de Starfield, que fue anunciada durante la gala de apertura de la Gamescom junto a la fecha de salida de la expansión Espacio Quebrantado de la que ya hablaremos cuando toque y que ha llegado como es habitual con otras correcciones y mejoras como, por ejemplo, la de la posibilidad de elegir entre modo gráfico y de rendimiento ya común en muchos títulos. Pero vamos a centrarnos en el objetivo de este análisis para ver si este REV-8 merece o no la pena y la respuesta, como seguro intuiréis por lo que he dicho al principio, es que sí.

REV-8 es un vehículo tipo “buggy” cuyo manejo es relativamente sencillo, si bien otra cosa es que seamos capaces de desenvolvernos con soltura en todos los entornos, pues en buena lógica no es igual conducir por una extensión abierta y libre de obstáculos que por un bosque o ciudad. Algo, esto último, que el juego nos recuerda que no gustará nada ni a las fuerzas del orden ni a nuestros compañeros, en especial a Sarah porque, si es posible atropellar criaturas, también la gente será susceptible de ello. Ya me imagino a más de uno haciendo el cafre en este sentido…

Con la palanca izquierda nos moveremos hacia delante o marcha atrás mientras que con la derecha controlamos la dirección. La propulsión extra, el salto y el arma que lleva equipada (una torreta láser) mantienen la configuración de botones del propio personaje. No hemos de preocuparnos por los impactos que recibiremos a menudo a raíz de choques y caídas dado que el coche es indestructible, pero continuaremos sufriendo daños por los ataques enemigos y las condiciones ambientales. Cabe mencionar que, al utilizar el apuntado, si bien los disparos serán más precisos, el oxígeno se consumirá rápidamente.

Por defecto, la vista al utilizar el REV-8 será la más próxima en tercera persona, pudiendo alternarla con las otras dos a nuestro gusto. A título personal lo prefiero así por ser la que utilizo en los juegos de carreras, además de que sincronizar el movimiento de ambas palancas se me hace algo más difícil en la vista subjetiva sumado a que, como es de esperar, el campo de visión se reduce bastante. También hay que decir que, pese al nivel de detalle del vehículo, puesto que carece de volante o sistema análogo no veremos ninguna animación asociada a su manejo en dicha perspectiva.

Llegados a este punto, os hemos hablado del vehículo pero no sobre cómo obtenerlo. Para ello tendréis que visitar a un técnico de servicios navales en el espaciopuerto de una de las ciudades y decirle que queréis comprarlo, tras lo cual pasará a formar parte de nuestro garaje y aparecerá junto a la nave en el punto mismo de aterrizaje. También nos permitirá personalizarlo cambiando libremente la combinación de colores. Por contra, no es posible modificar parte alguna (estructura, ruedas, etc) ni cambiar el arma asignada, al menos por ahora.

La llegada de REV-8, sabida desde hacía un tiempo, hace presagiar que no será la última de su especie, lo que da pie a imaginar futuras posibilidades que, quien sabe, a lo mismo ya han sido incluídas pese a que nada se haya dicho al respecto. Hablamos de diferentes tipos de vehículos, más rápidos, lentos, grandes o pequeños, con armas y otro equipamiento variado, que podremos no solo adquirir con la compra sino, al igual que ocurre con las naves, accediendo a ellos en cualquier lugar o tras una batalla. Sobre esto, los duelos entre dos o más coches podrían ser épicos a la par que dinámicos y complejos.

Lo que tenga que venir, vendrá. Por ahora nos toca, a quienes todavía seguimos jugando y disfrutando Starfield, hacerlo a bordo del REV-8 que hará nuestros periplos planetarios mucho más placenteros de lo que ya lo eran.

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