Desde los inicios de la saga The Elder Scrolls, vivir épicos combates a espada u otras armas blancas clásicas de épocas pasadas desde un perspectiva subjetiva siempre ha sido sumamente atractivo para los amantes de este tipo de juegos. Es por eso que, si a lo que todos conocemos le sumamos las posibilidades que brinda la realidad virtual actual, la experiencia debería enriquecerse mucho. Por desgracia no es tan fácil, como bien demuestra este Swordsman VR que me dispongo a analizar aún sin haberlo terminado (luego explicaré por qué), un título que parte de una buena idea pero cuya ejecución, sin embargo, ha resultado ser un tanto irregular.
En Swordsman VR no existe una historia como tal, con su argumento y desarrollo (hay una secuencia al inicio pero no puedo asegurar que aparezcan más). El título se limita mayormente a la lucha en sí contra diversos enemigos en oleadas que habremos de superar para avanzar. Haciendo uso de los mandos RV podremos agarrar cualquier arma o escudo que llevemos equipados o dejen caer los enemigos derrotados y moverlo de manera totalmente libre para atacar y protegernos. Acciones que no resultan sencillas en principio aunque, con práctica, seremos capaces de ver llegar los golpes y anticiparnos para, con habilidad, acabar con el rival incluso de un solo impacto.
Pero antes de entrar en acción iniciaremos nuestra andadura en una vivienda en la que otros tres personajes nos ayudarán a mejorar nuestras capacidades y equipamiento si disponemos de puntos de experiencia y oro suficientes. A la izquierda, una mujer mejorará nuestras habilidades para el combate mientras que al otro lado dos hombres, un armero y un herrero, nos ofrecerán nuevas armas y armaduras con las que aumentarán nuestras posibilidades de victoria.
A nivel técnico, y comenzando como es habitual por el apartado gráfico, Swordsman VR no destaca precisamente por ofrecer realismo visual. De hecho, el modelado y texturizado general es más bien pobre, si bien hace lo posible para que las luchas sí que sean realistas al menos en lo referente a los daños sufridos. Dicho de otro modo, tanto los enemigos como nuestro personaje verán reflejados en sus cuerpos todos los impactos, pudiendo de hecho incluso perder algún miembro (manos, brazos, piernas o cabeza) en un único movimiento. No obstante, no se muestra demasiado sangriento en este sentido ni siquiera cuando se producen decapitaciones.
Donde sí presenta problemas es en las físicas aplicadas. Como dije antes, Swordsman VR posibilita una absoluta libertad de acción, lo que conlleva una enorme cantidad de situaciones que no siempre se resuelven de manera eficaz. Por eso es normal, aunque nada deseable, que veamos cosas como posturas «rotas» o temblores que pese a no llegar a romper del todo el juego, sí que representan un punto importante a pulir en futuras propuestas similares.
En lo sonoro tampoco destaca, pero cumple con unas melodías acordes al contexto y los clásicos efectos del choque de metales, cortes y amputaciones varios. Swordsman solo cuenta con voces en inglés pero todos los textos sí han sido traducidos al castellano. Hay que decir, no obstante, que he apreciado algunas lagunas en los distintos menús pero no afectan al desarrollo del juego.
Swordsman no pasará a la historia como el culmen de la lucha en realidad virtual aunque tampoco es que haya mucho más donde elegir a este respecto. Entretiene, que ya es bastante, eso siempre y cuando se esté acostumbrado a esta clase de juegos porque, de lo contrario, puede llegar a marear bastante, sobre todo al principio. Doy fe de ello.
Y es esta la razón por la que, como dejé caer al principio, no lo he terminado todavía, la cual se une a una larga lista de desafíos que obligan a dedicarle mucho tiempo. Y dado que solo es posible (y recomendable) hacerlo en sesiones cortas, a lo sumo de una hora aunque yo aguanto como mucho la mitad, tenía claro que era momento de analizar este Swordsman VR cuya versión para PlayStation 5 adquirí por suerte a muy bajo precio. Espero continuarlo poco a poco hasta el final pero no va a ser un camino fácil, al igual que tampoco lo sería el del verdadero guerrero…
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Buen análisis, la verdad el juego tiene pinta de ser bastante genérico. Ya leyendo tu analsis entiendo que puedo pasar de el (y ahorrarme el mareo jeje).
Un saludo.
También yo, de haberlo sabido antes, no lo habría adquirido. Por suerte me salió barato y bueno, trataré de aprovecharlo un poco más aunque ya veré si lo acabo del todo o no, que va a ser lo más probable…
Saludos.