Syberia es, como he mencionado en otras ocasiones, una de las grandes obras de Benoît Sokal (para mí la mejor, sin duda), y ya el final del primer juego, que no relevaré por si alguien aún no lo ha jugado y quiere hacerlo, dejaba la puerta abierta a una continuación que hoy vamos a analizar en el blog, si bien es posible que dicho análisis no sea muy extenso debido a la linea continuista seguida en este Syberia II que presenta escasas novedades con respecto a la entrega anterior.
El argumento nos sitúa en los hechos inmediatamente posteriores a lo visto en la primera parte, con una Kate Walker dispuesta a terminar aquello que empezó al tiempo que se aleja de manera definitiva de todo cuanto había conocido hasta entonces. Así, junto al autómata Óscar y su creador, Hans Voralberg, irá poco a poco dejando atrás todo rastro de civilización en pos del sueño de este último.
Aunque a nivel jugable estamos prácticamente ante un calco de lo visto en el primer «Syberia», desde el principio será posible, por ejemplo, comunicarse con Óscar a distancia a través del teléfono. También vemos cambios en los indicadores visuales a la hora de dirigirnos hacia una dirección concreta o cuando vayamos a interactuar con determinados objetos. El resto de elementos de este apartado (manejo del personaje, conversaciones, resolución de puzzles, etc) es en lineas generales lo mismo por lo que os emplazo a leer el análisis del primer juego, en el que hablo de ello con más detalle.
Por supuesto, en lo técnico tampoco existen grandes diferencias en lo que es el conjunto global pero sí las podemos apreciar, por ejemplo, en el modelado de la protagonista, algo más definido que en la primera entrega. Por lo demás seguimos moviéndonos por bonitos entornos creados con gráficos pre renderizados que, en su mayoría, se muestran con una cámara fija aunque, en ciertos momentos, esta se desplace con nosotros si el escenario a recorrer es más grande.
En lo sonoro es donde se podría decir que hay más cambios, con nuevas melodías que ambientan la historia. Por otro lado, las voces de Kate, Óscar y Hans se mantienen idénticas aunque hay que señalar que las secuencias de vídeo, por alguna razón, no están dobladas pero por fortuna esto no supone ningún problema para seguir el hilo y llegar hasta el final.
Como dije al principio, este análisis no apuntaba a ser muy largo debido a la gran cantidad de elementos en común con el primer juego y que no he considerado oportuno repetir aquí. Situación que de seguro no se repetirá cuando, dentro de poco, os hable de Syberia 3. Y es que todavía queda un largo viaje por delante, en el cual esperamos que nos acompañéis.
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