El enriquecerse a costa de vender a alto precio es algo a lo que estamos, por desgracia, acostumbrados a ver en muchos ámbitos como por ejemplo el urbanístico o en nuestro mundillo, donde algunos juegos llegan a alcanzar cotas increíbles por muy diversos motivos. Uno de ellos es su escasa disponibilidad, y dentro de esto estarían las llamadas «ediciones de coleccionista» que, nuevamente, han sido presa fácil de aquellos que buscan hacer negocio de forma rápida…
Pongámonos en situación. El pasado E3 nos ha deparado muchas cosas, buenas y no tan buenas. Entre todo el marasmo de noticias se han ido anunciando las ediciones especiales de diversos juegos que no han tardado en ponerse a disposición del usuario, en algunos casos con mucha antelación a su salida al mercado. Todas estas ediciones se han agotado rápidamente debido a la gran demanda que han tenido y ello ha hecho que muchas personas se hayan quedado sin ellas. Es entonces cuando surgen anuncios de particulares que ofrecen dichas ediciones a precios a menudo desorbitados, esperando que el ansia de un usuario cualquiera por poseer la anhelada pieza sea más fuerte que su raciocinio.
Llevo ya unos días leyendo sobre lo ocurrido con algunas de estas ediciones de coleccionista, como por ejemplo la del «remake» de The Legend of Zelda: Link’s Awakening para Nintendo Switch, cuya escasa tirada y posterior entrada en el mercado de los especuladores ha levantado ampollas en la comunidad, que no ha tardado en criticar a la propia compañía por no haber lanzado un número mayor de unidades para que esto no pasara. No obstante, aquí hay más actores en juego y algunos acusan a los empleados de las tiendas de quedarse con parte del material (pagando o no su reserva) para luego revenderlo y así ganar dinero. Qué hay de cierto o falso en esto es algo que se me escapa, de modo que me abstendré de decir nada más a este respecto.
Lo que si puedo decir, y que ya he comentado en más de una ocasión, es que es muy difícil acabar con los especuladores aunque pongamos todo el empeño en ello denunciando sus «ofertas» (lo que por otra parte les favorece al darles publicidad) e intentemos que nadie les compre porque mientras en alguna parte del mundo haya alguien que esté dispuesto a comprar e incluso, por muy estúpido que parezca, jactarse de ello, el negocio seguirá en marcha. Una solución que paliaría en buena parte el problema es lo que algunos proponen y que tiendas como XtraLife han puesto en marcha y no es otra cosa que, en vez de la clásica reserva por poco dinero que luego se puede anular, obligar a pagar completamente el producto, lo que a su vez obligaría al especulador a soltar mucho más dinero para conseguir el material con el que pretende especular y que es algo por lo que muchos de estos no estarían dispuestos a pasar.
A mí personalmente me parece una buena medida, y espero que cunda el ejemplo. Sin embargo, lo de la reserva tampoco es algo malo, siempre y cuando se respete la condición de una sola unidad por cliente, cuyo incumplimiento es al parecer lo que suele provocar problemas a la hora de hacerse con ellas. Yo no había reservado nunca una edición de coleccionista hasta que se anunció la del esperado Shenmue III, por lo que me fui al Game más cercano a informarme. Allí me dijeron que se podía reservar, como ya he mencionado, una unidad por cliente, lo que significa que no puedo ir a otro Game de la ciudad a coger otra porque mi reserva ya quedó registrada. Lo que sí que no me gustó fue que tuviera que pasar por la normal para acceder a la coleccionista vía email y que, al menos en palabras del chico que me atendió, debido a su escasez ni siquiera esto me garantiza disponer de una el día que se pongan a la venta. Aún así me lancé y reservé, y confió en poder tenerla cuando vea la luz a mediados del mes de noviembre…
No son pocos los que, literalmente, «pasan» de estas ediciones por los problemas que conlleva hacerse con una unidad, y yo les entiendo perfectamente. Como también entiendo al que está en el otro lado y, después de conocer que su juego favorito va a contar con una edición de coleccionista, hace todo lo que puede por conseguirla (que sería mi caso en relación al Shenmue III). Pero hay que se conscientes de que la especulación no es sino otro de los muchos obstáculos que hay que salvar por culpa de la propia naturaleza de un producto desde el principio demasiado escaso, y mientras siga siéndolo y no aumente su presencia en el mercado, seguiremos igual. Ya lo dice el refrán: «el que algo quiere, algo le cuesta…» pero dicho coste, por una u otra razón, termina a veces siendo excesivamente alto.