Los que llevamos muchos años moviéndonos por foros y páginas en las que los usuarios pueden dejar sus comentarios, nos hemos topado en repetidas ocasiones con esta frase (o una muy similar) como inicio de los mismos. Es una costumbre, hábito o moda que por fortuna ha ido cayendo en el olvido porque tal vez hace un tiempo sí que podía hacer gracia a algunas personas pero no tardaría en perder esa chispa. Sin embargo, algo tan tonto como escribir un texto para decir al mundo que has comentado antes que nadie revela algo mucho más profundo, intrínseco a la naturaleza del ser humano, y que ha sabido ser explotado por las compañías de videojuegos…
Es perfectamente normal y comprensible que, si estamos aguardando la salida de un determinado producto, en este caso un videojuego (o una consola, da igual), vayamos corriendo a la tienda a hacernos con él lo antes posible porque queremos disfrutarlo desde el primer instante. Eso no es malo aunque, en los últimos años, los precedentes ya han comenzado a enseñarnos que esperar un poco suele ser una buena idea (fallos de diseño, revisiones de hardware, ediciones «completas» de juego+parches+contenidos, etc)…
Pero no todo el mundo aprende la lección y siguen siendo muchos los que, aún a sabiendas de lo que puede suceder, se plantan en el comercio de turno o hacen el pedido por Internet para tener su producto antes que nadie (o casi). Y no lo hacen solo por el mero hecho de disfrutar de su compra sino a menudo también para presumir de ello ante quienes no la tienen en un, en mi opinión, más que absurdo acto de egocentrismo, como si solo por haber jugado a ese juego o comprado esa máquina les hiciera más guapos, más importantes, en definitiva mejores que a los demás.
Seguro que os suenan frases del tipo «mientras tú te esperas yo disfrutaré del juego». Es algo que, personalmente, he leído y escuchado un montón de veces, y por norma con un cierto sentido de superioridad sobre quien, por necesidad o voluntad propia, ha decidido no pasar por el aro porque sabe que será cuestión de tiempo que salga al mercado una edición con todo el contenido o, si hablamos de consolas, una revisión mejorada y con más capacidad.
Porque es habitual, sobre todo en esos juegos que cuentan con varios contenidos a posteriori (y más si son juegos exitosos), que sus responsables acaben lanzando la edición «completa» para enganchar a aquellos que no lo compraron de primeras. Pero a pesar de esto, la mayoría sigue queriendo ir por delante, a veces casi como si no hubiera un mañana o como si les fueran a quitar el juego que han comprado si no se lo acaban enseguida o, si se trata de un multijugador, que el miedo que tienen a no ser de los primeros en llegar al nivel máximo les deje atrás.
La gente que está al frente de las compañías no es tonta, y saben muy bien cómo son los usuarios (al menos una mayoría). Son muy conscientes de que ese instinto primario de conseguir algo antes que nuestros «rivales» está muy arraigado en nuestro interior y, en consecuencia, es potenciado para empujar al consumismo y animar así las ventas. También desde los medios de comunicación, sea o no ex profeso, se crea esa necesidad gracias a las diversas noticias y reportajes que relatan y realzan las bondades de aquello que ha llamado la atención del público. A fin de cuentas, ya sabemos todos cuál es en última instancia el verdadero fin de todo este tinglado, ¿verdad?
No obstante, si reflexionamos sobre qué nos aporta realmente el tener algo antes que los demás no creo que tardemos mucho en darnos cuenta de que la respuesta es «nada», porque un juego no deja de ser el mismo aunque hayan pasado días, semanas e incluso meses o años. Os puedo poner mi propia experiencia como ejemplo cuando, hace tan solo unos meses, adquirí por fin una PlayStation 4, (no olvidemos que la máquina salió en 2013), y ello, estoy seguro, no me ha hecho disfrutarla con menos intensidad que alguien que la tenga desde el primer día.
Decía la canción que «no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar». No sé si este artículo servirá para concienciar sobre cómo somos en este aspecto los seres humanos y lo que podemos hacer para mejorar pero solo conque le haya servido a una persona ya me daré por satisfecho.