Falta apenas una semana para que comience una nueva edición del que está considerado como el evento dedicado a los videojuegos más importante del mundo: la Electronic Entertainment Expo o, como se la conoce en la comunidad, «E3», una feria en la que todas las grandes compañías muestran abiertamente buena parte de aquello en lo que trabajan y que luego nosotros, los jugadores, disfrutaremos en base a nuestros gustos y preferencias. Sin embargo, desde hace ya tiempo y cada vez con más asiduidad vemos como los impacientes «revientan» dichos anuncios al darlos a conocer antes de tiempo. Hoy quiero hablar de las filtraciones y de lo que suponen tanto para las compañías como para la propia comunidad.
La existencia de Internet ha permitido algo que antaño era impensable: seguir un evento determinado en tiempo real, casi como si estuviéramos presentes. Antes, los usuarios no teníamos más remedio que conformarnos con las noticias sobre el mismo que nos llegaban al mes siguiente en la correspondiente revista física, en la que se nos hacía un resumen de lo más destacado. Ahora ya no nos hace falta esperar tanto pero, como ya dije, no son pocos los que todavía desean esperar menos y están a la caza de esa noticia bomba que les dé su momento de gloria en forma de visitas y/o seguidores.
Tendría que tirar de hemeroteca para comentar casos antiguos pero no hace falta remontarse en el tiempo para encontrar ejemplos de esto cuando los tenemos frescos, pues en este 2018 ya hemos sidos testigos de numerosos rumores y filtraciones, algunos de los cuales han obligado a alguna compañía a adelantar el momento en el que tenían pensado dar la «sorpresa». Ahí tenemos lo ocurrido con juegos como Rage 2 o Fallout 76 entre otros, que fueron erróneamente «anunciados» por la empresa Walmart en su página web o la más doliente (aunque todavía no confirmada) revelación de todo el programa de la conferencia de Nintendo que, en parte, puede haber sido causante de su reciente caída en bolsa (fuente de la noticia aquí). Como veis, una filtración, sea o no real, puede llegar a hacer mucho más que provocar molestias en quienes esperaban sorprender con lo que tenían preparado.
Pero eso les importa bien poco no solo a aquellos que se hacen con la información sino a los medios que, ávidos de visitas (y por tanto de beneficios), las publican en sus muros de noticias. Son estos los primeros que deberían poner freno a lo que está sucediendo pero la fama es demasiado golosa como para dejar que sea otros los que se la lleven antes y por ello eliminan cualquier escrúpulo en pos de ser los primeros en llevarse el gato al agua. Pasa en todos los ámbitos y los videojuegos no iban a ser ni mucho menos una excepción…
He aquí pues un nuevo ejemplo de la hipocresía de esta sociedad, la cual pone el grito en el cielo si, por ejemplo, alguien revela lo que va a suceder en aquella serie o película no vista todavía pero, sin embargo, no duda en hacer lo mismo con los videojuegos cuando se aproxima un evento como el «E3». ¿Tanto les cuesta a algunos esperar un poco para que sea la propia compañía la que enseñe lo que tiene entre manos?
Sé que lo de las filtraciones no es algo fácil de controlar, sobre todo en las grandes empresas, en las que basta que alguien se vaya de la lengua (por mucho acuerdo de confidencialidad que se haya firmado) para que, a las pocas horas, más de medio mundo sepa lo que se está preparando. Y en otros casos son estas las que, de manera indirecta e involuntaria, dan la pista como ha pasado con Capcom y el reciente registro de dominios para Devil May Cry 5 y el «remake» del Resident Evil 2. Esto no garantiza al cien por cien que se vayan a anunciar y mostrar dichos juegos pero, dada la proximidad del evento, es casi seguro que así será.
Existen además numerosos rumores como el de la posible presencia de la saga Gears of War por partida triple o el anuncio de un nuevo Perfect Dark, entre otras muchas cosas. Como podemos ver, una vez más los filtradores y quienes difunden la información que estos dan campan a sus anchas por la red de redes, consiguiendo que todos hablen de ellos de una u otra forma y siempre en busca del beneficio propio. Pero hora es ya de despertar conciencias y de pedir que se acabe con las filtraciones y los rumores que poco o nada aportan realmente, ya que si son falsos su repercusión será mínima, casi nula y si son ciertos nos vamos a enterar igual una vez que la empresa decida que ha llegado el momento de dar a conocer lo que sea que quiera enseñar.
Al final todo esto sucede por la impaciencia, tanto de los medios como de la propia comunidad de usuarios que, eso sí, luego se quejará de haber presenciado un evento sin sorpresas…