Recuerdos de manual

Recuerdos de manual

Fuimos muchos los que iniciamos nuestra andadura en el mundillo de los videojuegos a nivel doméstico con alguno de los ordenadores de 8 bits que en los años 80 eran el sueño de no pocos niños y/o adolescentes. En mi caso, y como supongo que ya sabéis si me seguís desde hace tiempo, yo tuve la suerte de disponer de un Amstrad CPC 464 Plus (de cinta), una variante más avanzada del modelo estándar con sus pros y contras que no viene al caso comentar porque el tema de este post no es la máquina sino los juegos, y en concreto esos cuyo código venía escrito al final del manual de usuario, listo para ser copiado, ejecutado… y disfrutado.

Fueron varios y de temática muy distinta, aunque para no alargar demasiado el post solo os hablaré de los que considero más entretenidos pues, a pesar del tiempo que ha pasado desde entonces, el recuerdo que guardo de los mismos sigue intacto. Comencemos por el primero de los tres títulos que voy a comentar, y que tiene un enorme parecido con un clásico que seguro que casi todos identificaréis de inmediato… 

REBOTES

Imagino que, como dije en el párrafo anterior, ya os habréis dado cuenta de que este juego se parece mucho al Arkanoid. Sin embargo, Rebotes es un juego anterior (1984), por lo que no podemos decir que su autor se inspirase en la creación de Taito (1986), aunque el concepto básico sea el mismo en ambos.

Además, Rebotes no cuenta con diferentes niveles y ni siquiera tiene un final definido si logramos completar el reto que nos propone. De hecho, una vez eliminados todos los bloques podemos seguir dándole a la pelota de manera indefinida pero lo lógico es que interrumpamos la ejecución del programa. Es algo difícil pero posible, y lo sé porque yo mismo llegué a hacerlo más de una vez…

BOMBARDERO

Sin duda, el juego más mítico de los tres, el mejor terminado y el más complicado pero a su vez agradecido en términos de diversión. El objetivo en Bombardero no es otro que derribar los edificios antes de que nuestro avión impacte contra uno de ellos, ya que este va pasando sobre los mismos cada vez a menos altura, lo que obliga a limpiar por completo la pantalla para llegar a salvo al suelo. Si lo conseguimos volveremos a repetir el reto pero en cada reinicio los edificios serán más altos, por lo que superarlo se irá haciendo con el tiempo más complicado.

Para destruir los edificios debemos arrojar bombas que irán destruyéndolos poco a poco, y es lo único de lo que tenemos que preocuparnos, ya que el avión recorre la pantalla de un extremo a otro de manera automática. Os puedo asegurar que parece fácil, pero no lo es porque hay que aprender a sincronizar el movimiento del aparato con el momento en el que hay que soltar la bomba para que impacte justo donde queremos que lo haga y esto, cuando estamos a punto de rozar uno de los edificios, nos crea una tensión que provocará que fallemos muchas veces.

GUANTE BLANCO

El caso de este juego será quizá el menos conocido ya que, si la memoria no me engaña, no vino en el manual de usuario del 464 normal, siendo por tanto exclusivo de la versión Plus. En Guante Blanco nuestro objetivo es hacernos con las joyas sin que el perro que merodea por el interior de la casa nos pille, lo cual se hace difícil sin encender la luz. La casa tiene varias habitaciones y habrá que recorrerlas para conseguir la mayor cantidad de joyas posible.

Confieso que nunca fui capaz de acabarlo. A pesar de ello me ha parecido adecuado incluirlo en esta lista de «elegidos» en detrimento de otros que o bien toqué poco en su momento o, por desgracia, presentaban algún problema en el código que no permitía ejecutarlos y esto, os lo aseguro, es algo que después de haber estado largo rato copiando cada linea del manual al ordenador como poco molestaba bastante.

CONCLUSIÓN

Estos tres juegos y muchos otros que no solo nos llegaron en el mencionado manual de usuario sino en varios libros de la época fueron no solo una buena muestra del potencial que un juego hecho en BASIC podía llevar en sus entrañas para divertir sino que, de paso, nos sirvieron a muchos como referencia para comenzar a aprender a programar en dicho lenguaje pues, al igual que hicimos aquellos buenos amigos que también tuvieron esta máquina y yo mismo, modificar diferentes contenidos hizo que descubriéramos y comprendiéramos su función, animándonos a probar cosas nuevas y propias.

El día que me sea posible me gustaría mostraros algunas de las cosas que llegué a crear durante el tiempo en el que, además de jugar, estuve programando en BASIC. Por supuesto no son grandes creaciones pero dado que, más allá de las dudas resueltas por quienes sabían más que yo, nadie me instruyó en el tema, que fui un completo autodidacta, creo que no se me daba mal. A día de hoy aun evoco el recuerdo de aquellos tiempos trasteando en un emulador y me sorprende ver que, a pesar de los años transcurridos, aún me desenvuelvo relativamente bien en este ámbito. Pero esto, como se decía al final de una famosa película, es otra historia…

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2 Comments

  1. Hola, Emilio.
    Desconocía, pues no te lo había leído que lo dijeras, que habías programado en basic para mejorar el juego, tampoco sabía que se podía hacer. Como ya te dije en otra ocasión, hace tiempo, no he sido usuaria nunca, más que del Tetrix. El Bombardero y Rebotes si que los recuerdo. Respecto del Tetrix lo cogí como un objeto fetiche, me relajaba. Recuerdo, porque lo implementaron en las maquinas de los bares y los pubs de la época, que siempre me dejaba una pasta pero no llegaba a niveles demasiado altos, aunque me hacía disfrutar. Recuerdos imborrables, ¿verdad?
    Muy buen post y, en especial, gracias por dedicar tu precioso tiempo a los jugadores nostálgicos de más de cuarenta años. Sin duda, les darás alegrías hablando de los clásicos.
    Un abrazo

  2. No sé si mejorar es el término adecuado para lo que hacía o, al menos, lo que recuerdo que llegué a hacer. Pero me gustaba trastear cambiando los colores, redefiniendo caracteres para darles otro aspecto o variando por ejemplo la velocidad de los elementos móviles. Era divertido, la verdad, y de paso se aprendía bastante…

    Me alegra ver que despierto esa nostalgia con este tipo de artículos, ya que yo también lo siento así mientras los escribo y leo. Muchas gracias, Marisa, por pasarte por mi blog y compartir tu experiencia. Saludos.

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