Golden Axe: The Revenge of Death Adder

Golden Axe: The Revenge of Death Adder

Hablar de Golden Axe es hacerlo de una de las sagas emblemáticas de la Sega de finales de los años 80 y principios de los 90 del pasado siglo. Sus personajes, principalmente los protagonistas del juego original, están en el imaginario colectivo de esa parte de la comunidad más veterana y sus aventuras se verían continuadas en una secuela creada en exclusiva para Mega Drive pero la vertiente arcade tomó otro camino cuyo resultado voy a reseñar hoy en el blog…

The Revenge of Death Adder nos presenta la ya clásica historia de renacimiento o regreso del villano, con un poder superior al que tuviera antes de ser derrotado por el primer grupo de héroes formado, recordemos, por Ax Battler, Tyris Flare y Gilius Thunderhead. Este último es el único de los personajes que aparece en esta nueva entrega, aunque no de manera jugable directamente sino como parte de Goah, el forzudo del nuevo grupo que acompaña a Stern (un guerrero de corte similar a Ax Battler), Trix (un joven elfo armado con un tridente) y a una centaúride llamada Dora que juntos lucharán para acabar definitivamente con Death Adder y su ejército.

Esta entrega se basa, como en todas las demás que vieron la luz por aquella época, en el estilo conocido como «beat ‘em up» o, como siempre lo hemos llamado los usuarios de entonces, «de peleas callejeras» en referencia a otros clásicos con ambientación más urbana. Pero, a diferencia del título original, en el que a pesar de haber tres personajes seleccionables solo se podía jugar con dos a la vez, aquí se da la posibilidad de hacer uso de todo el elenco para hacer frente a los retos del juego, que no son pocos pues estamos ante una aventura que hace que lo vivido en el clásico de 1989 sea, en comparación, casi un paseo.

Pero aunque repite fórmula, The Revenge of Death Adder también trae novedades más allá de lo comentado en el anterior párrafo. Una de ellas es la de la utilización, en beneficio propio, de algunas armas de largo alcance que podemos disparar tanto a nivel de suelo como a lomos de las diferentes bestias que podemos montar y que son, como los frascos de esencia mágica o los enemigos convertidos en piedra al morir, una seña de identidad de la saga y una gran ayuda para acabar con los numerosos adversarios que nos acosarán continuamente. Otra es la de, en determinados momentos, poder elegir camino entre dos opciones que, aunque nos llevarán a un mismo punto, presentan diferentes entornos y peligros. Esto hace que sea todavía más rejugable de lo que ya de por sí su condición le permite y otorga, lo cual siempre se agradece mucho.

Y si su propuesta es digna de elogio, no lo es menos su fantástico apartado técnico, con unos escenarios de gran calidad que presentan un alto grado de detalle, personajes de excelente tamaño muy bien animados y técnicas de «scroll» nunca vistas hasta ese momento como el de profundidad que podemos ver tras derrotar a algunos de los rivales de más entidad que hallaremos en nuestro periplo, en lo que solo es una muestra de lo que el juego ofrece en materia gráfica. El resto dejaré que seáis vosotros mismos quienes lo descubráis…

En cuanto a lo sonoro, el juego cuenta como es obvio con melodías que ambientan la acción además de los habituales efectos de sonido de las armas y gritos de los caídos. Ninguna de ellas destaca especialmente pero no porque no sean buenas sino porque no son ni mucho menos tan conocidas como las de la aventura original. Eso me lleva a comentar un detalle que de seguro muchos ya conoceréis pero que no está de más mencionar y es el hecho de que esta entrega, hasta el momento en el que escribo este análisis, nunca ha sido llevada a un sistema doméstico de manera oficial y solo ha podido ser disfrutada a través de emulación. Parece, no obstante, que eso está a punto de cambiar porque va a formar parte, junto con el juego original, del catálogo de la nueva máquina arcade «mini» que Sega planea lanzar dentro de poco en Japón, aunque en este caso tampoco se va a poder hablar de una «conversión» puesto que a priori seguirá siendo un juego emulado.

Hasta aquí este análisis de un juego que merece un mayor y mejor reconocimiento por parte de la comunidad, a lo que espero haber contribuido. Si no conocíais este The Revenge of Death Adder y he despertado vuestra curiosidad, no paséis más tiempo sin jugarlo porque creo que os va a sorprender gratamente. Y si lo hacéis en grupo, mucho mejor.

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4 Comments

  1. No tenía idea de la existencia de este juego, y eso que siempre me gustó esta saga. Habra que buscarla 😀

  2. No es tan conocido como debería pero es un gran juego. Puede que dé algún fallo gráfico, ya que no está emulado a la perfección pero se puede jugar sin problemas. Si lo haces ya me contarás qué tal…

    Gracias por pasarte y comentar. Saludos.

  3. Alvaro G.

    Esta recreativa la pusieron en el bar de la esquina frente a mi casa. Fue de las ultimas recreativas beat'em up a las que jugue en la adolescencia y se notaba un salto de calidad. Si no recuerdo mal, la recreativa permitia jugar a cuatro a la vez. Muy recomendable!

  4. Recuerdas bien. En efecto, se podía jugar con todos los personajes a la vez, al estilo de, por ejemplo, la de las Tortugas Ninja de Konami. Sé que me repito, pero es que es increíble que este juego no tuviera una mayor repercusión en su momento porque calidad le sobra para ello…

    Gracias, Álvaro, por pasarte por mi blog y comentar. Saludos.

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