SNK Heroines: Tag Team Frenzy

Hace muchos años decir «lucha» era decir «SNK», y no solo por la ingente cantidad de títulos que la compañía puso en circulación llegando casi a saturar el género, sino por la calidad de buena parte de los mismos. La SNK actual no es la de antaño, pero eso no significa que los juegos que lanza no sean lo bastante buenos como para ofrecer horas de diversión a quienes los juegan. Uno de estos títulos, eclipsado por las revisiones de clásicos como King of Fighters o el más reciente Samurai Shodown, es este SNK Heroines: Tag Team Frenzy del cual vamos a hablar hoy.

En SNK Heroines tomaremos el papel de diferentes féminas del universo SNK, atrapadas en una dimensión paralela creada por un oscuro, siniestro y pervertido personaje. La única forma de escapar es abriéndose paso a lo largo de varios combates hasta llegar a la pelea final contra el responsable de dicha situación.

En lo jugable estamos ante una propuesta de combates en equipo por parejas, con una atacante principal y otra de apoyo que podremos intercambiar a lo largo de cada pelea a un solo asalto. Ambas luchadoras comparten una misma barra de energía dividida en dos partes, una de vida en color verde (rojo cuando está casi a cero) y otra de poder, de manera que a medida que la primera se va vaciando deja espacio para la segunda. En otras palabras, cuanta menos vida más poder, y este poder es lo que utilizaremos para ganar, ya que la única forma de hacerlo es asestando el golpe especial al rival en el momento en el que su barra de vida esté en rojo, siendo solo un ataque más en cualquier otra condición. Golpes débiles, fuertes, agarres y técnicas especiales, cada uno asignado a un único botón, y la casi total ausencia de combinaciones complejas completan el catálogo de movimientos que comparten todos los personajes. Un juego sencillo de manejar, aunque no tanto de dominar.

El juego cuenta con, además del modo Historia, con otro de pelea libre con diversas variantes y partidas online, lo que asegura su durabilidad si añadimos la ingente cantidad de contenido extra que será posible desbloquear, entre el que se encuentra nuevas indumentarias para cada luchadora y accesorios con los que personalizar su apariencia. Todo ello lo conseguiremos con los puntos que iremos obteniendo a medida que vayamos ganando peleas en los diferentes modos de juego, a excepción de cuatro personajes adicionales que si bien aparecen en el juego, solo estarán disponibles para ser seleccionados si los compramos aparte.

Quiero destacar algo que me ha gustado especialmente, y es lo bien entrelazadas que están las «historias» entre personajes, independientemente de nuestra elección. Todas las parejas posibles tienen la suya propia, aunque esta se limite a una escena de prólogo y otra de diálogo con el rival final, a las que podremos acceder cuando queramos en la Galería una vez las hayamos desbloqueado. Yo llevo los últimos días tratando de sacarlas todas jugando, a pesar de que ello me obligue a hacer uso de un mismo personaje varias veces seguidas…

Técnicamente, SNK Heroines es lo que se conoce en el argot del mundillo como un juego de lucha «2.5 D», es decir, que hace uso de gráficos tridimensionales pero se juega de manera «plana», al modo de antaño. No tiene una gran variedad de escenarios pero están muy detallados al igual que los diferentes personajes, diseñados con estética anime, que lucen y se mueven igualmente bien. Y lo mismo se puede decir de un apartado sonoro con diversas melodías, algunas cantadas, y efectos de sonido acordes. Las voces están en japonés pero dado que viene subtitulado a nuestro idioma no solo nos enteraremos de las diversas «historias» sino de los múltiples «chistes» de cada uno de los personajes, jefe final incluido.

Que tal vez haya mejores títulos de lucha en el mercado es posible (eso ya va en gustos) pero dejadme deciros que este SNK Heroines: Tag Team Frenzy no es para nada un mal producto como algunos, en especial los que se consideran mayores fans de SNK, aseguran. En mi opinión es un juego muy divertido y agradable, para nada violento pero sí bastante «picante», y que creo que merece un mejor trato que el que se le ha dado.