Stranglehold

Stranglehold

Qué tienen los juegos de «pegar tiros» que tanto atrae a infinidad de usuarios. Da igual si hablamos de naves espaciales o cualquier otro vehículo, o si se trata de manejar a un héroe/heroína en primera o tercera persona porque la acción trepidante estará garantizada. El título que hoy voy a analizar es un ejemplo perfecto de esto, de modo que vamos sin más dilación a entrar en materia para descubrir qué tal es este Stranglehold.

Aquellos que seáis aficionados al cine de acción y, especialmente a las películas de John Woo, conoceréis un film llamado Hervidero (Hard Bolied en inglés), protagonizado por el afamado actor Chow Yun Fat, a quien también hemos visto en películas como Tigre y Dragón, El monje o la infame Dragon Ball Evolution. Pero no nos desviemos y centrémonos en un Stranglehold que viene a ser, en forma de videojuego, la secuela oficial de la película nombrada al principio de este párrafo.

La historia de Stranglehold nos pone en la piel del ahora inspector Tequila Yuen en su continua lucha contra el crimen y la delincuencia en Hong Kong con métodos que, a menudo, rozan la delgada linea que separa lo legal de lo ilegal. Sin embargo, lo que a priori parece una operación policial más, una de tantas, pronto acaba derivando en una espiral de violencia y venganzas que le pondrán a él mismo y a sus seres queridos en el mismísimo ojo del huracán.

El título nos propone el reto de ir superando numerosas fases en las que tendremos que sobrevivir a oleadas de enemigos armados que, una vez eliminados, nos permitirá avanzar y, aunque hay algún momento en el que la acción cambia su perspectiva, durante prácticamente todo el juego será esto a lo que nos enfrentaremos.

Stranglehold cuenta, aparte del modo principal, con uno «online» para disputar batallas de «todos contra todos», tanto en solitario como por equipos, y una «tienda» con contenido desbloqueable al que accederemos gracias a la puntuación que vayamos obteniendo durante el juego.

Es imposible ver y/o jugar a este juego y no pensar en otro gran título como es Max Payne, del que toma parte de su concepto pues aquí el protagonista también contará con esa facultad de ralentizar la acción con el famoso «tiempo bala» que nos dará ventaja sobre nuestros oponentes. No obstante, las semejanzas con el juego de Remedy llegan hasta aquí porque en Stranglehold también podremos cubrirnos detrás del mobiliario o algunas columnas que nos protegerán temporalmente.

También será posible encaramarse a barandillas y postes caídos para subir o bajar deslizándose mientras disparamos a los enemigos, así como utilizar ciertos elementos del escenario para obtener bonificaciones. Y es que en Stranglehold no solo cuenta el matar oponentes sino, además, hacerlo «bonito» pues cuanto mejores seamos en este sentido, más fácilmente podremos rellenar el medidor de «bomba Tequila» con el que podremos realizar movimientos especiales que van desde poder rellenar nuestra vida sin necesidad de botiquines hasta conseguir despejar un área de un plumazo.

¿Dije botiquines? Así es, porque en Stranglehold el personaje no rellena su barra de vida de manera automática como sí ocurre en muchos otros títulos. No, aquí hay que tener muy en cuenta ese aspecto y estar atento para no llegar en malas condiciones a la siguiente zona de peligro. Por fortuna para el jugador, los botiquines abundan e incluso, pasado un tiempo, vuelven a aparecer en el mismo punto por lo que siempre habrá a mano un elemento con el que restablecerse.

Ya para finalizar este apartado diré que encontraremos diferentes armas y municiones a lo largo del juego, si bien solo podremos llevar dos de ellas al mismo tiempo, lo que obliga a ir siempre buscando nuevas para no quedarnos desarmados, ya que no es una buena idea ir a puñetazos contra bandas enteras de matones. Ah, se me olvidaba decir que, además de al matar enemigos, podremos rellenar el medidor de movimientos especiales con los diversos «items» en forma de pajarita de papel que hay escondidos en todos los niveles.

Stranglehold hace un muy buen uso del motor Unreal Engine para presentar unos personajes y entornos sumamente detallados, en los que hay además muchos elementos destructibles que, como dije antes, podremos utilizar en nuestro favor. En cuanto a animaciones, el resultado en lineas generales es bueno aunque, como podéis imaginar, destaca el trabajo realizado con los personajes principales y muy especialmente el protagonista cuyo intérprete, Chow Yun Fat, ha sido perfectamente recreado.

Efectos como las explosiones también están muy logrados pero, sin duda, lo mejor de Stranglehold es su puesta en escena, con un fabuloso trabajo de cámara que nos recuerda siempre que estamos ante una producción «muy de John Woo». Buenos ejemplos de esto son algunas de las secuencias de vídeo y movimientos especiales como el tiro a distancia, en el que la cámara sigue a la bala hasta que impacta en el objetivo o el llamado «ataque remolino», el más poderoso de nuestro arsenal.

En el sonido tenemos las diferentes melodías que ambientan la acción y los efectos de los disparos de las diversas armas, las explosiones y la destrucción de elementos (madera, ladrillos, el hormigón de las columnas, etc), todos perfectamente reconocibles. Pero lo más destacable en este aspecto es que el juego nos llegase totalmente traducido y doblado a un nivel «de película», algo que ayuda mucho a sumergirse en él.

Stranglehold es un muy buen juego de acción, sin fisuras o fallos que perjudiquen la experiencia del usuario. Si os gustan esta clase de títulos, es una opción a tener en cuenta. Está disponible en PlayStation 3, Xbox 360 y PC.

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4 Comments

  1. No lo conocía, valdría la pena darle un vistazo. Excelente análisis. Saludos.

  2. Siempre lo he visto por ahí a precio de saldo y las malas lenguas dicen que no es especialmente bueno, igualmente tras este analisis me planteare darle un tiento…

    Un saludo ^^

    • Será eso, que son malas lenguas y no pueden hablar bien de nada…

      Bromas aparte, y aunque cada uno se acaba formando (o debería) su propia opinión, puedo decirte que tanto a mí como a otras personas que conozco de mi círculo nos pareció en su día un buen juego, y seguimos pensando lo mismo. Quizá ahora que está, como tantos otros, a precio de saldo, sea un buen momento para comprobarlo.

      Gracias por pasarte, Spiegel. Saludos.

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