SNK fue una compañía, y hablo en pasado porque no es en la actualidad ni la sombra de entonces, que supo sacar buen jugo a sus licencias, en especial a los juegos de lucha que son protagonistas de este recopilatorio de artículos que hoy continúa donde lo dejé, con las sagas más importantes y algo más. No obstante, y como ya me encargué de aclarar en su momento, no voy a profundizar en cada uno de los juegos que las forman porque, además de que no los he jugado todos, pienso que no solo sería una tarea demasiado grande para ser abarcada en un blog sino que también se acabaría haciendo cansina tanto para mí el hacerla como para vosotros leerla. Dicho esto, es momento de seguir…
Quizá recordéis que, en el primer post, al hablar del Art of Fighting, hice mención a que no era necesario que un juego dispusiera de mucho contenido para ser bueno pero que esta condición no se cumplía en el videojuego que acabaría por convertirse en el mayor estandarte de la compañía. Pues bien, ese juego, mejor dicho, esa saga es King of Fighters, una curiosa propuesta de combates por equipos de tres luchadores que marcó un antes y un después en el género. En ella, a modo de «crossover», se juntaban muchos de los protagonistas de los demás juegos de lucha, además de algunos procedentes de otros juegos y otros exclusivos. Tuvo tanto éxito que, como si se tratara de un juego deportivo como el FIFA o cualquier otra licencia oficial, King of Fighters acabó teniendo entregas anuales hasta, al menos, 2001 y hoy en día sigue muy viva aunque para muchos de sus más acérrimos seguidores ya no es lo que era.
Pero no solo King of Fighters puede presumir de ser una saga larga. También el ya mencionado Fatal Fury fue prolífico en este sentido, al igual que Samurai Shodown. Este último contó con seis entregas numeradas, además de otras en 3D, trayendo al género el duelo con armas blancas de una forma que nunca antes se había visto. La presencia y uso de las mismas implicaba, obviamente, que el juego tuviera su dosis de «gore», llegando incluso a ser posible acabar con el oponente partiéndolo en dos aunque, eso sí, sin llegar a recrearse en ello como lo hicieron, por ejemplo, en Mortal Kombat. Otro elemento particular de este juego era la barra de «Pow», que se llenaba a medida que recibíamos golpes pero que no servía para tener la posibilidad de lanzar un «golpe especial» que equilibrara la batalla sino para «enfurecer» al personaje, cuya tez y otras partes de su anatomía visibles se volvían completamente rojas al tiempo que se potenciaban su atributos de velocidad y fuerza de combate. Esto daba ventaja pero era cosa nuestra (o de la máquina) el saber usarla.
Para finalizar este segundo artículo quiero mencionar un juego que, realmente, conozco muy poco, por lo que pido disculpas de antemano si no hablo mucho de él. The Last Blade es un juego que se inspira claramente en el citado Samurai Shodown, por lo que también aquí veremos duelos con espadas u otras armas. Como característica principal puedo apuntar la posibilidad de elegir entre dos tipos de combate, según busquemos velocidad o fuerza. The Last Blade, que vio la luz en 1997, contó únicamente con una secuela, evidenciando que no tuvo el calado que sí se produjo en todos los juegos que, hasta ahora, he comentado. Hubo otros que ni siquiera llegaron a tenerla y a estos que solo contaron con una entrega son a los que dedicaré el tercer y último artículo de repaso a los juegos de lucha de SNK.
Pero eso ya será la semana que viene. Hasta entonces seguiré escribiendo sobre todo aquello que me parezca interesante contar. Muchas gracias por el enorme seguimiento que tenéis de este humilde blog, para el que todavía guardo alguna sorpresa futura. Saludos.
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Excelente post sinceramente. Me parece interesante. Gracias por compartirlo. Saludos
Gracias a ti por visitarlo y comentar. Si te ha parecido interesante, échale un vistazo si aún no lo hiciste a las otras dos entregas. Seguro que también te gustarán.
Saludos.