Cine de videojuegos

Cine de videojuegos

Parece mentira pero el cine, eso que llamamos el «séptimo arte», lleva más de un siglo entre nosotros y durante todo ese tiempo ha ido reflejando en las películas todo tipo de temáticas e historias. Ahora, desde los últimos años del pasado siglo, los videojuegos se han convertido en un elemento más que poder retratar en la gran pantalla pero, por desgracia, parece que todavía no se ha dado con la tecla adecuada. ¿Son quienes perpetran estas producciones demasiado inexpertos en nuestro mundillo y por eso sale lo que sale, o tal vez es que es imposible hacer una buena película de un videojuego?

Yo creo que hay un poco de los dos extremos. Es decir, hay gente incompetente para acometer estos proyectos pero también los usuarios tendemos a poner el listón muy alto y como, por lo general, el resultado no llega a lo que esperamos, surge la decepción y con ella la crítica feroz hacia la película. Esto no quiere decir que no existan verdaderos bodrios, que los hay, pero estoy seguro de que incluso si se lograra calcar lo que vemos al jugar, todavía no nos sentiríamos del todo satisfechos…

Y es que no debemos olvidar que hay una barrera entre cine y videojuegos que, a día de hoy, sigue siendo insalvable: la interacción. Una película podrá mostrarnos con todo lujo de detalles las diversas secuencias de nuestro juego favorito pero jamás nos permitirá que manipulemos los acontecimientos y eso, pienso, es lo que inconscientemente hace que, aunque se pueda ver con más o menos indulgencia lo que se ha representado en la película, el resultado acabe decepcionando.

Quizá la solución pase por no ver una cosa como la otra, o sea, una película como un videojuego porque, al igual que sucede habitualmente con las versiones que se hacen de los libros, se busca incluir lo más importante y se dejan a un lado buena parte de los detalles menores. Esto puede llevar también a una reinterpretación de la obra original, algo que no suele gustar precisamente por no ser fiel reflejo de lo que conocemos, y en el caso de las películas basadas en videojuegos lo hemos visto en, creo yo, la mayoría de las ocasiones.

Tenemos ejemplos como Super Mario Bros, Street Fighter o Double Dragon, por citar algunos títulos, cuyas películas se parecen muy poco al videojuego que han versionado. Esto las convierte en malas adaptaciones pero no por ello en malas películas. Personalmente, en lo que se refiere a la cinta protagonizada por Jean Claude Van Damme, creo que es una película entretenida a su manera, con multitud de chistes y situaciones cómicas que podría verse más como una parodia que una adaptación como cuando, en la escena en la que un camión está a punto de hacer explosión en el campamento en el que Bison y Sagat están reunidos, y todos los presentes lo están viendo acercarse a través de un monitor de televisión, Zangief, al cual se le pinta fuerte pero sin mucha inteligencia, exclama: «¡Rápido, cambia de canal!». Las otras dos películas no las he visto, por lo que no puedo lanzar opinión alguna sobre las mismas más allá de lo dicho al principio de este párrafo.

No obstante, hay casos muy decentes, casi brillantes diría. Uno de ellos, para mí el mejor de cuantos he visto (que no son muchos, lo reconozco), es el de la primera película de Mortal Kombat, que refleja muy bien lo que podemos ver en el juego aunque, nuevamente, se tomaran sus licencias como con el personaje de Raiden, convertido en un dios pero el resto del elenco de luchadores sí se muestra fiel a su imagen original. Por desgracia, sus posteriores secuelas ya no estarían a la altura de esta…

Hace unos días se estrenó la última película de Tomb Raider, basada en los juegos actuales y que yo ni he visto ni tengo intención de ver puesto que tampoco los he jugado y estaría más perdido que un pulpo en el desierto. Por contra, sí me llama la atención la próxima película de Sonic, The Hedgehog, pero todavía falta mucho para que la podamos ver. A pesar de esto, es inevitable ir haciendo juicios de valor a tenor de los datos que sí conocemos de ella, como que mezclará acción real con personajes creados por ordenador, lo que da a pensar que Sonic no va a ser el protagonista absoluto de la película sino que, con toda probabilidad, dicho protagonismo será compartido con actores de carne y hueso. Ya veremos, cuando llegue a los cines en 2019, si sale o no bien parada.

Por mi parte espero que el resultado sea positivo, aunque no cuento mucho con ello por culpa de, como dije antes, la concepción que se tiene de cómo debería ser una buena película basada en un videojuego. Yo entiendo a quienes buscan el «calco perfecto» pero también deberían formularse ellos mismos estas preguntas: ¿Para qué ver en una película lo mismo que se ha visto en el videojuego? ¿No sería más apetecible una experiencia completamente nueva, eso sí, respetando el universo del juego y a sus personajes? Ahí lo dejo…

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