La vida va a menudo tan deprisa que no siempre somos conscientes de los tiempos pasados. Es decir, podemos pensar que aquello que conocimos fue el comienzo de algo sin saber que, en realidad, hubo un precursor. Esto sucede, por poner un ejemplo, con los coche eléctricos que no son ni mucho menos un invento actual aunque estén ahora en auge. En los videojuegos hay un caso parecido, que es de lo que voy a hablar hoy: los gráficos de vectores que son, para quien no lo sepa, la base sobre la que luego vinieron otros estilos como el visto en las aplicaciones y juegos en Flash y, por supuesto, los polígonos 3D.
Los gráficos basados en vectores son algo muy antiguo en este mundillo de los videojuegos. A diferencia de los mapas de bits (también llamados gráficos rasterizados) que conforman los clásicos sprites formados a partir de matrices de puntos o píxeles, los vectores se dibujan en pantalla mediante fórmulas geométricas. El resultado, a un nivel muy básico, son puntos, lineas (rectas y curvas, si bien lo habitual en la época era lo primero) y formas poligonales simples que luego, con los años, fueron evolucionando y derivando en los estilos visuales más complejos que he mencionado antes.
Esta clase de gráficos presenta ciertas ventajas sobre los mencionados mapas de bits como, por ejemplo, poder generar un movimiento y animación continuados (sin saltos) y sumamente suaves, a lo que hay que sumar las posibilidades de rotación y escalado sin pérdida de calidad alguna. Son, a pesar de su aparente simplicidad y aunque a alguno le cueste creerlo, el pilar fundamental de mucho de lo que tenemos hoy. Su aplicación en los videojuegos se remonta a finales de los años 70 del pasado siglo XX y se mantuvieron vigentes hasta mediados de los 80, cuando los sprites comenzaron a ganarles terreno.
Atari fue, sin duda, una de las compañías que más apostó por este estilo en sus creaciones, siendo quizá la más famosa el clásico Asteroids. Creado en 1979, el objetivo en el juego es, evidentemente, destruir asteroides manejando una pequeña nave que, aunque puede desplazarse en cualquier dirección, siempre se mantiene en el punto central de la pantalla. Las enormes rocas se fragmentan con cada disparo certero, dividiéndose en trozos cada vez más pequeños que poco a poco los va haciendo cada vez más difíciles de eliminar y bastante peligrosos si se cruzan en nuestro camino. Pueden aparecer desde cualquier punto de la pantalla y a diferentes velocidades, por lo que hay que estar muy atentos y ser rápidos.
Otro éxito de la compañía americana fue Battlezone, donde controlamos un tanque con el que debemos destruir tanto a los tanques enemigos como los misiles que se lanzan contra nosotros. El título muestra la acción desde una perspectiva en primera persona y, dada la amplitud del escenario, podemos detectar a los enemigos gracia a una pantalla de radar que indica su posición. Battlezone llegó a los salones recreativos en 1980, siguiendo la estela de éxito del ya comentado Asteroids. Como curiosidad hay que mencionar que Atari creó una versión alternativa llamada Bradley Trainer, diseñada para el entrenamiento de artilleros de los tanques Bradley del ejército de los EE.UU.
No todos los juegos creados con gráficos de vectores tuvieron una apariencia monocromática. Battlezone ya contaba con dos colores como se ve en la imagen pero también los hubo que lograron poner en pantalla una, por entonces, amplia gama y un buen ejemplo fue otro clásico de Atari: Star Wars, cuya propuesta, a pesar de llegar en 1983, nos situaba en la famosa escena del asalto a la Estrella de la Muerte imperial de la película de 1977. Así, también desde una perspectiva subjetiva, el juego nos pone a los mandos de un caza rebelde X-Wing con el que debemos destruir la estación espacial y a cualquier enemigo que nos salga al paso.
Como era de esperar, otras compañías no tardaron en sumarse a la corriente de los gráficos vectoriales. Muchos fueron los títulos que aparecieron en el mercado en aquellos años, entre los cuales se puede citar Armor Attack (Cinematronics), Barrier (Vectorbeam), Omega Race (Midway) o Eliminator (Sega/Gremlin). Pero se puede decir que Atari, por número de juegos y gran acogida de los mismos, fue la reina de los salones en lo que a producciones de este estilo se refiere, que en algunos casos acabaron llegando también al ámbito doméstico, bien en sus propias consolas (2600, 7800) o en otras como Vectrex o ColecoVision.
Este estilo visual, tal y cómo fue utilizado en su momento, desapareció a mediados de los años 80 aunque sus nociones más elementales siguen con nosotros a día de hoy gracias, como dije, a los gráficos tridimensionales, evolución final de estos primitivos vectores. Creo que los que ya pintamos alguna cana y hemos conocido en mayor o menor medida este periodo tenemos de alguna manera la obligación de contárselo a los más jóvenes para que estos conozcan de dónde viene realmente todo lo que disfrutamos a día de hoy.
Con este artículo sobre los vectores espero haber cumplido con dicho cometido y doy ya por finalizada esta pequeña serie sobre estilos gráficos retro que espero que os haya gustado y parecido interesante. Como siempre, si queréis añadir alguna cosa más a lo aquí dicho, abajo tenéis los comentarios para hacerlo. Gracias a todos por estar ahí, disfrutando de este y otros contenidos del blog.