Machinarium

Creado por el estudio Amanita Design, apareció hace algo más de una década en PC y, con el tiempo, ha ido llegando a otros sistemas. Yo lo he jugado recientemente (una vez más) en PlayStation 4 y, a pesar de no tener la presión que conlleva el enfrentarse por vez primera a los diferentes retos que propone, sigo encantado cada vez que me adentro en su mundo. Razón de sobra para, por fin, dedicar un espacio en el blog a esta joya llamada “Machinarium”…

Estamos ante una aventura gráfica de corte clásico en la que hemos de interactuar con los elementos mediante un cursor y el botón de acción, lo que se conoce como “point & click”. El protagonista del juego es un pequeño y carismático robot que deberá hacer frente a una gran amenaza al tiempo que busca a su “novia” perdida, y para ello deberá ir abriéndose camino resolviendo los diferentes acertijos y pruebas que se le irán presentando por el camino. La historia se narra de una manera muy sencilla, a través de pequeñas escenas a modo de “bocadillos” de cómic que reflejan el pensamiento y/o diálogos de los personajes.

Los puzzles que debemos resolver son, a lo largo de la aventura, muy variados, y algunos de ellos bastante complicados. Por ello el estudio decidió ofrecer formas de “ayudar” al jugador, bien con la obtención de pistas u ofreciendo la solución a los mismos de una manera también sumamente original y divertida, contenida en un libro cuyo candado solo se abrirá si somos capaces de superar un minijuego de disparos en el que tendremos que guiar una llave a través de un camino plagado de obstáculos en forma de muros y arañas hasta llegar al ojo de la cerradura. Cada una de las soluciones cuenta con su reto correspondiente y superarlo no implica que el puzzle en cuestión quede resuelto sino que solo se nos dice cómo hacerlo. El resto queda en nuestras manos.

Hablemos ahora de su apartado técnico, comenzando por el visual que es lo primero que llama la atención de todo el que se acerca a cualquier videojuego por primera vez. En este caso estamos ante una verdadera obra de arte, con un diseño del mundo y sus personajes llevado a cabo con tal mimo que estremece pensar el tiempo y el talento que habrá sido necesario emplear para conseguir plasmarlos con semejante perfección. Todo lo que se muestra rebosa personalidad aunque, si hubiera que destacar algo por encima del resto (lo cual creo que es injusto pero no obstante lo haré), sería al propio protagonista por su expresividad y su aparente fragilidad reflejada en los diversos recuerdos que sirven, como dije, de hilo narrativo. En definitiva, su enorme carisma, ese que te atrapa desde el primer instante como pocos son capaces de hacerlo…

La música y los efectos de sonido también están a un nivel muy alto, y ambientan perfectamente el mundo en el que se desarrolla la historia. Dado que no hay voces ni textos más allá de las diferentes opciones del juego, el hecho de que estos vengan a nuestro idioma, si bien siempre es algo positivo tampoco es relevante en este caso. Se puede, por tanto, disfrutar a la perfección de “Machinarium” independientemente de esto último.

Creo que no puedo añadir nada más para describir lo que ofrece esta maravilla hecha juego. Por supuesto, es posible que no guste a todo el mundo pero creo que es difícil no caer rendido a poco que os guste el género. Y me atrevo a decir incluso que sin ser un asiduo del mismo, porque es tal la simpatía que desprende que solo eso se basta y sobra para enganchar y hacer que el usuario que comienza este camino se anime a recorrerlo completo. Tal vez hasta logre que repita, como me ha pasado a mí…