Los acontecimientos narrados en Deliver Us The Moon fueron solo el principio. Ahora, pasado un tiempo, os traigo el análisis de su secuela, Deliver Us Mars, un título que mantiene la esencia de su entrega anterior al tiempo que potencia el componente narrativo y añade algunas novedades a nivel jugable.
La historia de Deliver Us Mars da comienzo unos cuantos años después de lo acontecido en la base lunar. Pese a los esfuerzos de quienes lucharon por preservar el planeta Tierra y la poca vida que todavía albergaba, este se va haciendo poco a poco inhabitable. La WSA, la agencia espacial mundial, logró recomponerse lo suficiente como para llevar a cabo un último intento desesperado de salvarlo todo, para lo cual decide enviar una misión a Marte con objeto de traer de vuelta varias naves conocidas como Arcas, que cuentan con la tecnología necesaria para revertir la actual situación.
Uno de los miembros del equipo de dicha misión es la joven Kathy Johanson, hija menor de Isaac, el cual huyó con otros a bordo de las Arcas no sin tratar antes de llevársela consigo sin éxito. Kathy tiene, pues, un doble motivo para embarcarse en esta aventura pero no es la única, dado que algunos de sus compañeros, entre los que se cuenta Claire, su hermana mayor, tienen también los suyos.
A nivel narrativo esta es la mayor diferencia con respecto al primer juego donde el protagonista, además de no mostrar nunca su rostro, apenas tenía peso en el devenir de la historia. En Deliver Us Mars todos los personajes principales están físicamente presentes durante buena parte del desarrollo de una aventura repleta de momentos de suma tensión. En el caso de Kathy incluso iremos conociendo distintos pasajes de su infancia que ayudan al jugador a comprender mejor su relación con su padre y hermana.
Como dije al inicio, Deliver Us Mars ofrece una experiencia muy parecida a la que pudimos vivir en Deliver Us The Moon pero cuenta con algunas novedades. En lo que respecta a Kathy, la más destacada es la posibilidad, haciendo uso de un par de piolets, de trepar tanto por superficies rocosas como acolchadas en el caso de las estructuras artificiales. Para ello solo hay que dirigir el movimiento de la joven con el stick en el caso de que usemos un gamepad y pulsar los gatillos inferiores en función del piolet que queramos clavar.
En el caso del droide que nos acompaña en todo momento, la novedad está en la manera en la que accederemos a la información holográfica que, como en el primer título, muestra secuencias de los acontecimientos pasados. Ahora será necesario completar antes un pequeño minijuego con el objetivo de encajar tres piezas dentro de una esfera, cada una asociada a un determinado movimiento.
Para ello hay que buscar el ángulo y posición correctos rotando alrededor del objeto al tiempo que nos alejamos o acercamos a una altura concreta. (NOTA: al parecer esto solo es necesario la primera vez que se completa el juego puesto que, si no se inicia una nueva y se opta por hacer los capítulos sueltos, las secuencias aparecen directamente al seleccionar el icono del holograma).
Técnicamente, Deliver Us Mars presenta algunos claroscuros en su apartado gráfico. Mientras que en el diseño de escenarios el nivel es bastante bueno (especialmente en interiores), el de los personajes flojea un poco en comparación por culpa de unas animaciones y expresiones faciales algo toscas. Pese a esto, puede decirse que el conjunto general es notable gracias sobre todo a su lograda ambientación.
En lo sonoro, música y efectos siguen la linea marcada por la primera entrega, por lo que no hay mucho que decir en este sentido. Las voces del juego están de nuevo en inglés pero los textos, incluyendo los carteles de entrada a determinadas salas y otros elementos, sí vienen en nuestro idioma.
He omitido muchos detalles, en especial de su jugabilidad, porque no hay cambios con respecto al juego original, por lo que os invito a leer el correspondiente análisis cuyo enlace he dejado al comienzo de este artículo. En definitiva, y como dije al inicio, Deliver Us Mars coge todo lo bueno de The Moon y lo potencia, haciendo de esta nueva experiencia algo que volverán a disfrutar quienes ya jugaran al primer juego en su momento.
Disfruté mucho de Deliver Us The Moon y he vuelto a hacerlo con este Deliver Us Mars pese a no ser muy amigo de los dilemas morales que tan de moda están en la actualidad. Tengo que decir, sin embargo, que los momentos de trepado se me han acabado haciendo cansinos por culpa de la necesidad de mantener pulsado al menos uno de los gatillos de manera continua para sujetar a una protagonista que, dicho sea de paso, durante el proceso se mueve con bastante lentitud. Por otra parte, y aunque esta experiencia no haya resultado ser tan impactante como la de la obra original, no quiero cerrar sin destacar como en aquella el mensaje que lanza y que a todos nos debería hacer reflexionar.
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