Tenebrosidad, el misterio de un pasado oculto y un alma atormentada abocada a desvelarlo son los ingredientes principales de Goetia, una aventura gráfica de corte clásico que, tras sufrir más de lo esperado para terminarla, voy a analizar hoy en el blog.
Goetia es un título basado en la mecánica de point & click donde asumimos el papel de Abigail Blackwood, una joven cuyo espíritu vuelve de entre los muertos años después para desentrañar un oscuro misterio que rodea a su familia y su casa. En forma de esfera de luz, tendremos que recorrer las diversas estancias y zonas cercanas en busca de información y resolver los diversos puzzles y acertijos pudiendo, gracias a nuestra condición espectral, atravesar paredes, techos y suelos siempre y cuando no estén bloqueados por algún motivo.
Múltiples son los objetos que vamos a encontrar en nuestro periplo y, dependiendo del caso y el momento, el juego nos dejará interaccionar de una o varias maneras con ellos desde un simple examen visual, pasando por su utilización en puntos concretos e incluso con la posibilidad, en según qué ocasiones, de introducirnos en ellos para trasladarlos a otro lugar.
Toda la documentación que encontremos quedará registrada en el Codex (Códice), donde podremos consultarla en cualquier momento simplemente pausando el juego. También será posible ver un diario de los acontecimientos que vamos viviendo y si queda algún elemento por descubrir.
Goetia presenta una vasta variedad de escenarios recreados con un altísimo detalle que ofrecen entornos diversos, tanto interiores como exteriores. Los escasos “personajes” con los que Abigail tiene contacto a lo largo de su periplo mantienen el tipo salvo por sus animaciones, que son más bien sencillas.
En cuanto al sonido, la música empleada consigue crear una perfecta ambientación, acorde con el lugar y los hechos acontecidos. Los efectos cumplen igualmente. El punto más negativo es que Goetia carece de voces y los textos, vitales especialmente en un caso así y para un género como este, no se encuentran traducidos.
Es una lástima que Goetia no venga doblado al castellano, pues es esto lo único que lo priva de alcanzar la excelencia. Por lo demás, estamos frente a un magnífico exponente del género de las aventuras gráficas, con una historia que fascina y un apartado técnico, tanto en lo visual como lo sonoro, que no deja de asombrar.
Completar Goetia ha supuesto todo un reto para mi paciencia, no tanto por su dificultad (aunque en algún momento se complicara bastante) como por el hecho de haber tenido que jugarlo en inglés, idioma que no domino bien. Pese a esto, lo he disfrutado y guardaré, por ahora al menos, un grato recuerdo de él, más que nada porque no me veo volviéndolo a jugar a corto plazo…