Así es cómo muy posiblemente estén quienes todavía gustaban de adquirir juegos y contenido adicional en las tiendas digitales de PlayStation 3, PSP y PS Vita, que como bien sabéis quienes seguís las noticias del mundillo van a ser clausuradas este verano. En concreto el día 2 de julio las de PS3 y PSP, y el 27 de agosto la de Vita, con todo lo que ello supone. Como es obvio, todo el software que se encuentra aún disponible dejará de estarlo para aquellos que no lo hubieran comprado anteriormente, los cuales sí podrán (por ahora) volverlo a descargar si lo desean pero el resto ya se puede ir olvidando de hacerlo pasadas esas fechas.
El caso que nos ocupa es todavía más sangrante en lo que se refiere a esos juegos que salieron de forma exclusiva para dichas tiendas. Es decir, que no se encuentran en otros servicios ni en formato físico, suponiendo su desaparición una pérdida (casi) irreparable. Esto, por supuesto, ha generado malestar y descontento en buena parte de los usuarios no ya tanto por no poder comprar esos juegos como por su aparentemente imposible preservación pero lo cierto es que en GAMALT lo ocurrido no es algo que nos pille por sorpresa porque llevamos advirtiendo de ello ya mucho tiempo y sabíamos que tarde o temprano tenía que pasar.
Y es que la gente se piensa que la compañía de turno, sea la que sea, va a tener toda la vida su servicio abierto aunque este sea utilizado por una cantidad de gente tan pequeña que su posible aportación no cubra ni de lejos los gastos de mantenimiento. El tiempo pasa, las cosas cambian y es lógico que lo viejo deje paso a lo nuevo independientemente de su calidad. Si las tiendas de toda la vida, esas a las que íbamos de niños, acaban muy a pesar nuestro desapareciendo y con ello lo que vendían, ¿por qué iban a ser éstas la excepción?
Pero lo que más “gracia” hace de todo esto es ver cómo no se lamenta ni se pone el grito en el cielo ante la otra forma de acceso predominante en la actualidad que también, a su manera, promueve no solo el consumo voraz sino la desaparición, en algunos casos seguro que definitiva, de numerosos títulos que son retirados después de estar disponibles durante un tiempo que varía en función de los criterios de la compañía proveedora. Sí, amigos, nos referimos a servicios como Game Pass en el que, cada mes, no solo entran juegos nuevos a engrosar el catálogo disponible sino que a su vez otros salen, dejando a quienes disfrutaran de ellos con dos palmos de narices y obligando a buscar una alternativa en el caso de que la haya. Algo que no puede justificarse diciendo que son pocos los que lo sufren porque los que ahora se verán afectados por lo comentado al principio también lo son.
En consecuencia, y como suele decirse, tenemos lo que nos merecemos puesto que hemos sido los usuarios quienes hemos aceptado esta clase de servicios, con sus cosas buenas y malas si bien de estas últimas solo nos acordamos cuando suceden y, mientras, nos dedicamos a cantar las bondades sin pararnos un instante a reflexionar sobre lo que puede pasar en un futuro no ya para cambiarlo, que para eso habría que estar dispuesto a renunciar a mucho de lo que nos ofrece, pero sí para aceptar de igual manera que todo lo que un día empezó, otro terminará y que lo que un día estuvo, mañana puede dejar de estar. Y no es algo que se limite a los videojuegos o cualquier otra forma de entretenimiento…
(Actualización: Sony ha rectificado y mantendrá activas por ahora las tiendas digitales de PlayStation 3 y PS Vita. No así la de PSP, que cesará su actividad en la fecha indicada pero esto, que muchos verán como una victoria de una comunidad que ha ejercido presión sobre la compañía de turno no es más que un espejismo porque sí, no sucederá este año pero es cuestión de tiempo que acaben cerrando no solo las ahora afectadas sino todo lo demás pues en el momento en el que no es rentable mantener abierto un servicio, nada ni nadie puede impedir a sus dueños obrar en consecuencia. Y cuanto más tardemos en aceptarlo, peor nos irá).