No deja de ser curioso cómo algunas cosas aparecen sin hacer el menor ruido y terminan convirtiéndose en parte intrínseca de nuestro día a día. En lo tocante a los videojuegos, una de las últimas “revoluciones” llegó con el nacimiento, allá por el lejano 2005, del sistema de logros/trofeos que vio la luz por primera vez en la ya añeja Xbox 360 de Microsoft…
Es muy difícil que a estas alturas haya alguien que no sepa de qué hablo pero como no todo el mundo está familiarizado con este mundillo, lo explicaré: el sistema de logros, que pasaron a llamarse trofeos cuando fue implementado por Sony en PlayStation 3 para, de alguna forma, diferenciarse de su rival, no es más que una recompensa que el juego otorga a su usuario si este consigue llevar a cabo ciertos objetivos previamente marcados.
Este sistema se creó con el fin de dotar de una mayor vida útil (concepto con el que no estoy para nada de acuerdo) a los juegos al potenciar la rejugabilidad de los mismos en pos de lograr la perfección, es decir, de obtener todo lo que el título podía dar. Por desgracia, y lo digo como lo siento, también se ha convertido en una excusa más para potenciar el postureo, extremo en algunos casos, porque su obtención no aporta nada más allá de un subidón de ego a quienes se dedican a, como se dice ahora, “cazar” estos logros/trofeos como si no hubiera un mañana.
Existen logros/trofeos de muchos tipos. Los hay que se basan por ejemplo en la dificultad del juego, en superar una parte concreta o llegar al final, en alcanzar un determinado número de objetos o, en el caso de los asociados al multijugador, por obtener la victoria en una serie de rondas. Sea cuál sea el objetivo, no son pocos los jugadores que buscan superarlos, si bien el grado de éxito al que se llegue dependerá no solo de la habilidad sino de nuestras preferencias de juego. Dicho de otro modo, quienes por ejemplo no jugamos online siempre dejamos a un lado las recompensas que tienen que ver con estos modos de juego por razones más que evidentes…
Lo cierto es que la idea en sí misma no es mala, ya que ofrece un objetivo más a superar dentro del juego, pero creo que podría haber dado más de sí, dado que su obtención como antes dije solo sirve para engordar un marcador “de prestigio”. En raras ocasiones se le ha dado otro uso, uno que de haber tenido continuidad habría sin duda empujado aun más a la gente a buscar estos logros/trofeos y que no es otro que el de la obtención de recompensas tangibles que luego el usuario puede utilizar en su propio beneficio como, por decir algo, el canjeo de puntos por elementos de la tienda digital.
A pesar de todo y como tantas otras cosas no tan positivas, los logros/trofeos llegaron para quedarse y han sido ampliamente aceptados por la inmensa mayoría de jugadores. De hecho, ya no es extraño verlos en otro tipo de aplicaciones y programas que no tienen nada que ver con los videojuegos, lo que demuestra su éxito y arraigo. Se hace pues difícil imaginar su ausencia, si bien quienes llevamos en esto ya un tiempo hemos disfrutado mucho sin conocerlos pero no se puede negar que tienen cierto atractivo, sea por el antes mencionado postureo o por un ferviente deseo de exprimir el juego lo máximo posible.
¿Qué pensáis vosotros de todo esto de los logros/trofeos? ¿Os gusta sacarlos o no les dais importancia? ¿Consideráis que tienen su utilidad o creéis que no sirven para nada? En GAMALT esperamos como siempre vuestros comentarios al respecto.