Como en la vida real, los personajes de ficción experimentan cambios con el paso del tiempo, máxime si su presencia se mantiene en sucesivos relatos, temporadas o, como en el caso que nos ocupa, vidoejuegos. Buenos ejemplos de esto son, sin ir más lejos, Mario y Sonic, que poco se parecen en la actualidad a lo que fueron en sus inicios. Detrás de estos cambios puede haber motivos tanto técnicos como estéticos, y a este respecto quiero dedicar el post a un personaje cuya apariencia ha variado enormemente en cada aparición: Tyris Flare.
Cualquiera que lleve en esto un tiempo sabe quien es Tyris Flare pero, para el resto, diré que se trata de un personaje principal de la saga Golden Axe de Sega. Tyris apareció en el título original y en su segunda parte, siendo sustituida por otras féminas en la tercera y en el “spin-off” de lucha que salió para Saturn. No la volvimos a ver hasta mucho después, ya como protagonista absoluta de su propia historia en Beast Rider. Pero más allá de su transfondo y habilidades para el combate o uso de magia, lo que llama la atención es cómo su aspecto, siempre reconocible pese a todo, ha sufrido enormes y continuadas alteraciones desde el primer momento.
Antaño era muy común que la imagen representada en la portada o carátula de un videojuego se correspondiera poco o nada con lo que luego veríamos en el mismo. Algo comprensible si tenemos en cuenta que mostrar, como reclamo, a unos personajes sin apenas rasgos distintivos no era a priori la mejor carta de presentación. Golden Axe, un producto de finales de los años 80, no iba a ser una excepción en ese sentido y de ahí que la ilustración de los tres protagonistas poco tuviera que ver con lo plasmado en el juego.
Del juego original se hicieron dos portadas. En una vemos a una Tyris Flare de pelo largo negro ataviada con un conjunto totalmente diferente al del personaje que después controlaríamos durante la partida. La segunda se aproxima algo más en el vestuario, no así en su físico donde, de nuevo, el cabello recibe el cambio más notable, pasando del negro al rubio. Para la secuela se respetó algo más el diseño “in game”, aunque no del todo.
Tuvimos que esperar al año 2008 para volver a ver a Tyris Flare en acción y ya desde la propia carátula se aprecia claramente la abismal diferencia de aspecto que presenta en relación a su concepción original. Así, más allá del mayor nivel de detalle de sus ropajes y otros elementos, llama la atención en su apariencia física el cambio de color y forma del cabello que deja de lado la larga melena castaña en favor de un peinado corto y pelirrojo, a lo que hay que añadir una banda de pintura blanca a la altura de los ojos. Es cierto que, ya dentro del juego, el personaje adolecía de un acabado pobre si lo comparamos con lo que se podía ver en las secuencias CGI pero a efectos del tema de este post, tanto da uno u otro pues ambos reflejan el mencionado cambio.
Esta apariencia, justificada por el hecho de presentar a una Tyris más joven e inexperta, no ha sido tomada en cuenta en la que dentro de un tiempo será su nueva aparición en la entrega que Sega está desarrollando y que todavía, como es obvio, no cuenta con fecha de salida. Hasta ahora, el único material del que disponemos es la imagen promocional en la que Tyris aparece en el centro del grupo con, nuevamente, un aspecto distinto por completo. Incluso su habitual espada ha sido sustituida por lo que parece ser una especie de lanza de hoja ancha y curvada en un claro intento de diferenciar su estilo de lucha del de su compañero Ax Battler.
En la que por ahora será su última encarnación vemos a un personaje rubio con nuevo atuendo y un maquillaje tribal diferente que, personalmente, me llama bastante poco. Es muy pronto para juzgar si, en base al contexto que se le haya querido dar en esta ocasión, dicho diseño será o no adecuado pero, al menos de entrada, prefiero y por mucho cualquiera de los anteriores. Ya vere, cuando tenga ocasión de jugar al título, si cambio o no de opinión.
Es curioso como, mientras que en otros casos se trata de respetar el origen, en el de Tyris Flare se ha buscado continuamente un nuevo atractivo visual sin que, todo sea dicho, se logre superar al diseño inicial. Y esto lo sabían muy bien en Secret Level, el estudio que desarrolló Beast Rider, cuando ofrecieron el traje original como recompensa al final del juego, conectando así en cierta forma lo vivido en el título de 2008 con la primera entrega.
Como habéis podido comprobar si estáis leyendo estas últimas lineas, Tyris Flare solo hay una aunque con muchas apariencias. Yo tengo claras mis preferencias pero me gustaría conocer las vuestras y espero verlas en los comentarios. ¿Qué diseño, de cuantos ha tenido hasta ahora, os gusta más?